[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los trabajadores llevan más de 34 días de huelga y amenazan con sabotear los festejos de fin de año, nacionalizando la protesta, ante la falta de respuestas a sus reclamos.[/vc_column_text][vc_media_grid element_width=”3″ grid_id=”vc_gid:1545350463643-41a38f0d-c608-5″ include=”216673,216674,216675,216672″][vc_column_text]VALPARAÍSO, CHILE. Los trabajadores del puerto de Valparaíso, en huelga desde hace 34 días, amenazaron hoy impulsar incidentes que sabotearían las tradicionales celebraciones de fin de año en esa ciudad situada 115 kilómetros al noroeste de Santiago, además de trasladar la medida de fuerza al resto del país.
Tras el rechazo de ayer a la propuesta económica presentada por el gobierno, los disturbios continuaron en diferentes sectores de la ciudad y el vocero de los trabajadores del puerto dijo al diario La Tercera que siguen paralizados en los dos terminales de Valparaíso “y ahora estamos moviéndonos para hacer un paro nacional”.
Además, algunos trabajadores portuarios amenazaron con fuertes disturbios la noche del 31 de diciembre con gritos de “no hay año nuevo en Valparaíso”.
En este sentido, el secretario del sindicato de los portuarios, Francisco Báez, dijo a CNN Chile que los disturbios fueron “sólo un ensayo” de lo que va a pasar el día 31, e hizo un llamado “a los turistas que no vengan a Valparaíso. Vayan a Viña o quédense en Santiago. Ayer quemaron Valparaíso, imagina lo que va a pasar el 31. Va a ser peor”.
El acuerdo entre la empresa TPS y los trabajadores parece lejano, ya que los huelguistas piden un bono de 2 millones de pesos chilenos, cerca de 3.000 dólares, una mesa de trabajo y la “eliminación de listas negras”, pero la última oferta de TPS consistió en un préstamo de 500 dólares, a descontar de sus próximos salarios y una giftcard (tarjeta para hacer compras en comercios) de 300 dólares.
La ministra de Transportes, Gloria Hutt, pidió en conferencia de prensa “diálogo entre las partes” para dar fin al paro, y acusó a TPS de “intransigencia” por “no recibir a las directivas de los sus sindicatos de trabajadores eventuales”.
El presidente de TPS, Richard Von Appen, respondió ante la prensa a las acusaciones diciendo que “sí, somos intransigentes con la gente que ha violentado, que ataca nuestras oficinas y a nuestras personas, en eso somos intransigentes”, y añadió que la última oferta que presentaron “es un regalo” y los huelguistas “sólo deben decidir si lo toman o no”.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]
Télam
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