El incendio forestal que arrasó esta semana una localidad del archipiélago estadounidense de Hawai dejó 80 muertos, informaron en la noche del viernes las autoridades del condado de Maui.
“El número de muertos asciende a 80”, informó el condado de Maui en una actualización periódica de la situación, y añadió que 1.418 personas fueron evacuadas y llevadas a refugios de emergencia, consignó la agencia AFP.
Miles se quedaron sin hogar y los bomberos continúan trabajando en la extinción de las llamas, en la peor catástrofe que sufrió este archipiélago estadounidense, informaron este viernes las autoridades locales.
Hasta el momento, la anterior catástrofe había sido el tsunami ocurrido en 1960, que dejó 61 personas muertas.
Según periodistas de The Associated Press (AP), el corazón de Maui está devastado y los típicos gallos que se pasean por el área, circulan entre las cenizas y las decenas de vehículos que no pudieron escapar del fuego.
Las autoridades locales informaron que más de 14.000 personas fueron evacuadas de la isla de Maui y otras 14.500 debieron ser trasladadas a otras zonas cercanas.
Richard Bissen, el alcalde de Lahaina, antigua capital del archipiélago y una de las zonas más turísticas de Hawai, estimó que el 80% de la ciudad ha quedado completamente destruida debido a las llamas, avivadas por el huracán Dora.
El gobernador del estado de Maui, Josh Green, anticipó que se espera que la cifra de víctimas mortales aumente “muy significativamente”.
Ante esta situación, el presidente Joe Biden declaró este jueves el estado de catástrofe natural para Hawai, lo que permitirá liberar “fondos federales a disposición de los afectados en el condado de Maui”, explicó la Casa Blanca en un comunicado.
En tanto, el papa Francisco expresó este viernes su “solidaridad con todos aquellos que están sufriendo esta tragedia” y dijo sentir “una profunda tristeza”; en un telegrama enviado por el cardenal Pietro Parolin al Nuncio Apostólico en Estados Unidos, Christophe Pierre, dado a conocer por el Vaticano.
Videos y fotos difundidas en redes sociales muestran las brasas destruyendo esta localidad turística, densas columnas de humo y varios barcos atrapados también en llamas.
En ese contexto, las autoridades aseguraron que debieron rescatar del mar a 50 personas de al menos 100 habitantes de la zona que saltaron al agua para evitar el fuego.
Los militares desplegaron tres helicópteros para ayudar a combatir los incendios, con los que se arrojaron 570.000 litros de agua para controlar los incendios, informó el Comando Indo-Pacífico en un comunicado.
“No queda nada, todo se ha ido, es un pueblo fantasma”, dijo Sarai Cruz, de 28 años, quien huyó de Lahaina con sus padres, su hermana y sus tres hijos.
Brandon Wilson, un canadiense que había viajado a Hawái con su esposa para celebrar su 25 aniversario, dijo a su vez que “realmente parece que alguien llegó y bombardeó toda la ciudad”.
Al menos 100 habitantes de la zona saltaron al agua para evitar el fuego, informó a CNN la comandante de la Guardia Costera Aja Kirksey, quien resaltó que unas 50 personas tuvieron que ser rescatadas del mar.
También se han declarado incendios en la Isla Grande de Hawai, pero las autoridades dijeron que estaban bajo control el jueves.
“Todavía tenemos cadáveres en el agua flotando y en el malecón”, comentó Kekoa Lansford, otra residente, a la CBS. “Hemos estado sacando gente (…) Estamos tratando de salvar su vida, y siento que no estamos recibiendo la ayuda que necesitamos”.
En tanto, la red hospitalaria de la isla permanece “saturada” por los pacientes con quemaduras y personas que inhalaron humo, según precisó la vicegobernadora de Hawai, Sylvia Luke, que describió la situación como “dramática”, informó el portal Télam.
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