Un número indeterminado de personas murieron y decenas más resultaron heridas después que una tormenta de inusual virulencia, acompañada de granizo y un tornado, causara gran destrucción este jueves en el sureste de la República Checa, informaron los socorristas.
“Desgraciadamente podemos confirmar que ha habido víctimas, pero no puedo decir el número exacto”, dijo a la AFP la portavoz de los servicios de emergencia locales, Hedvika Kropackova.
Fuertes rachas de viento, bolas de granizo del tamaño de pelotas de golf y vientos huracanados con un tornado derribaron numerosos árboles y causaron grandes destrozos en edificios y automóviles a última hora de la tarde cerca de las ciudades de Breclav y Hodonín., según la televisión pública CT.
En varios pueblos, los tejados de las casas fueron arrancados, las ventanas quedaron rotas y muchos coches estaban volcados tras ser golpeados por los vientos, según medios de prensa. Varios autobuses volcaron durante la tormenta en la región de Moravia, indican los reportes.
Solamente en el hospital de Hodonín se han atendido a unos 200 heridos y según fuentes hospitalarias habría también muertos, según recoge la radio pública checa.
El ministro del Interior, Jan Hamacek, describió la situación como “muy grave” y dijo que se han desplegado todos los equipos de emergencia disponibles.
Ayuda de Austria y Eslovaquia
Equipos de rescate de las vecinas Austria y Eslovaquia también se dirigen a la zona para ayudar a los bomberos checos.
La tormenta también causó que decenas de miles de casas de la región se quedaran sin electricidad, lo que dificulta los trabajos de los equipos de emergencia.