De acuerdo con lo publicado por el diario Clarín este viernes, la Fuerza Aérea recuperó el control de los vuelos y el mantenimiento de los aviones presidenciales y otras aeronaves oficiales. Los Boeing, los Lear y los helicópteros.
La medida se decidió tras escándalo por el piloto del presidente Alberto Fernández, que fue despedido luego de una imprudente maniobra con el nuevo ARG 01, la nueva aeronave que compró el gobierno actual, que costó 22 millones de dólares.
Este episodio es lo que le sirvió a la Fuerza Aérea para retomar un control aéreo que comenzaron a perder hace veinte años, según señalaron a Clarín altas fuentes oficiales.
Con el gobierno de Néstor Kirchner, estas aeronaves habían empezado a perder la influencia sobre la aviación oficial y lo que era el Comando de Regiones pasó a la órbita civil y se empezó a llamar ANAC.
Hasta entonces, Fuerza Aérea controlaba toda la aviación del país con radares controladores aéreos, operadores de torres. Todo dependía de la Fuerza Aérea, e inclusive controlaba a los pilotos civiles y a los pilotos civiles de las aerolíneas. Fue la primera pérdida de poder.
