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Le prometió trabajo y la obligó a prostituirse con 10 hombres por día

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Es la historia de una obereña de 46 años en Buenos Aires. Después de 5 meses, ella pudo escapar. Él estuvo preso, luego fue liberado, volvió a amenazarla de muerte, y ahora que volvió tras las rejas piden su procesamiento con prisión preventiva.

Le prometió trabajo y la obligó a prostituirse con 10 hombres por día

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Es la historia de una obereña de 46 años en Buenos Aires. Después de 5 meses, ella pudo escapar. Él estuvo preso, luego fue liberado, volvió a amenazarla de muerte, y ahora que volvió tras las rejas piden su procesamiento con prisión preventiva.[/vc_column_text][vc_single_image image=”112942″ img_size=”full” alignment=”center” title=”Hotel Sol donde funcionaba un prostíbulo y Fernando Sánchez Rivera, el acusado.”][vc_column_text]BUENOS AIRES. En octubre pasado, una mujer obereña de 46 años que vivía en Virrey del Pino (La Matanza, Buenos Aires) conoció en un bar al peruano Fernando Christian Sánchez Rivera. Ella le contó que no tenía trabajo, que tenía un hijo y que estaba desesperada. Él prometió ayudarla y después de varios encuentros le dijo que ya tenía todo arreglado. Así comenzó el calvario para la misionera, una trampa que duró cinco meses.

Él comenzó a buscarla por la casilla precaria en la que vivía, para llevarla a un hotel de Flores donde la obligaba a prostituirse hasta con diez varones por día, de los que ella no veía ni un peso. La tenía amenazada con contarle a su hijo lo que estaba haciendo, y cuando ella finalmente le dijo que no podía más, él la golpeó, la violó y la encerró en el hotel del que logró escaparse gracias a un descuido.

El día en que dijo “Basta”

Hacía un mes que le decía que su cuerpo no daba más, que no quería que la llevara más a ese hotel de Yerbal 2850, donde él le metía hombres en la habitación, uno tras otro, todos los días. Ante la indiferencia del hombre, el pasado 17 de marzo ella se puso firme y él la violó, la golpeó, la dejó encerrada. A la mañana siguiente volvió, siguieron los golpes hasta que ella logró escaparse y en la calle le pidió ayuda a un policía. La llevaron al hospital Piñero, donde estuvo acompañada por especialistas del Programa de Rescate del Ministerio de Justicia, a quienes les contó todo. “Su relato fue claro, atravesado por angustia, vergüenza y culpa, todos hechos propios de mujeres que han estado expuestas a situaciones de violencia sexual o traumática”, declaró en la causa una de las psicólogas del Programa. “Es una típica situación de una persona que ejerce poder sobre otra, y esa otra que no puede salir, no tiene posibilidad de otra cosa. Y ahí aparece el temor, en esa relación hay poder y sometimiento, y no hay salida: ella no tiene a nadie, es un indicador más de la vulneración”, dijo la asistente social del Programa.

Sánchez Rivera quedó detenido ese mismo día en la Unidad 28. La causa cayó en el Juzgado Criminal y Correccional Federal 6, a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral, que el 4 de mayo dispuso la falta de mérito del imputado. Se basó en una segunda declaración que el 18 de abril hizo la mujer, que siguió recibiendo llamados de Sánchez Rivera a su celular e incluso la forzó a llevarle ropa y comida al penal. En esa segunda declaración ella trató de exculparlo, y eso llevó al juez a liberarlo.

Pero luego le preguntaron a ella: “¿Usted no se desdice de nada de lo que ha contado hasta ahora? “No, no”. “O sea, él le ha pedido que modifique su declaración”. “Sí”. La asistente social lo dejó en claro: “La posibilidad de retractarse suele aparecer cuanto más grave es la situación a la que se encuentra sometida la víctima, y acá hay tres situaciones: violencia, abuso sexual y trata”.

El viernes pasado, Sánchez Rivera volvió a amenazarla con un cuchillo, como lo hizo cada día desde que estuvo libre. Ella fue a denunciarlo a la comisaría 2° de Virrey del Pino, y como él la siguió, lo detuvieron ahí mismo. Ella, aterrada, logró entrar al Programa de Protección de Testigos. “La lectura de este caso no puede ser otra que la de la violencia perpetrada por un varón dominante a una mujer sin recursos para enfrentarlo. No puede entenderse la segunda declaración de la víctima de otra manera que no sea desde el pedido desesperado y de manipulación constante de un hombre que sólo quiere que ella actúe como él lo dispone (…) Es un caso de manual”, escribió el fiscal federal Federico Delgado en el pedido que le hizo esta semana al juez para que indague a Sánchez Rivera por violación y lesiones, y dicte el procesamiento con prisión preventiva.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]Fuente: Clarín[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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