La movilización oficialista se produce en un contexto de prolongados conflictos salariales, con acampes, movilizaciones, asambleas y cortes de rutas protagonizados por docentes, personal de salud y otros sectores que exigen mejoras en sus condiciones laborales y salariales. En este marco, Argañaraz cuestionó duramente la estrategia del gobierno provincial.
“Siéntense con los docentes, con los enfermeros, médicos, no son delincuentes. Ofrézcanles algo digno que van a volver a la casa y al trabajo”, instó, subrayando la necesidad de diálogo y soluciones concretas en lugar de movilizaciones multitudinarias.
El concejal criticó el uso de recursos públicos para financiar la movilización, señalando que “el bombo, el trapo, la bengala, el choripán, los colectivos y millones de pesos gastados, no es una muestra de poder, es una muestra de desesperación”. Argañaraz argumentó que obligar a los empleados públicos a asistir a la manifestación no es más que una práctica arcaica y despilfarradora, propia del siglo pasado.
“Es volver al siglo pasado, acarrear a personas que no saben por qué van. Obligar a empleados públicos a asistir bien vestidos”, afirmó, sugiriendo que la movilización es una medida desesperada y desconectada de las verdaderas necesidades de los ciudadanos. “Es gastar miles de millones de pesos de plata que supuestamente no tenemos”, agregó, criticando la contradicción entre la falta de recursos alegada para no satisfacer las demandas salariales y el gasto en la organización del evento.
Argañaraz finalizó sus declaraciones con una reflexión crítica: “No entiendo en qué cabeza cabe lo de esta tarde”, dejando claro su desacuerdo con las acciones del gobierno y su enfoque en la gestión de los conflictos sociales y salariales.
La movilización, denominada “Encuentro por la Paz”, ha sido organizada por el gobierno renovador y convocada en redes sociales por el Gobernador Hugo Passalacqua, el vicegobernador Lucas Romero Spinelli y otros altos funcionarios del gobierno provincial. Aunque busca proyectar una imagen de unidad y apoyo a la gestión actual, exacerbó las tensiones políticas y ha sido recibida con escepticismo y críticas tanto de la oposición como de varios sectores de la sociedad.
