En una entrevista, Wilke destacó los desafíos que enfrentan los artesanos debido a la falta de mantenimiento en los techos de sus espacios de trabajo.

“Hacemos muchos años que pedimos que nos arreglen los techos”, lamentó. La falta de atención a esta necesidad es evidente, ya que las inclemencias del tiempo, ya sea sol o lluvia, afectan directamente a la mercadería de los artesanos. “Si hay sol o llueve, se nos jode la mercadería”, explicó Wilke con preocupación.

La artesana describió cómo la falta de mantenimiento adecuado en los techos impacta negativamente en su capacidad de trabajar de manera efectiva. “Necesitamos que alguien se haga cargo”, subrayó, añadiendo que a pesar de las reiteradas peticiones, “ningún funcionario se acercó a hablar con nosotros”, enfatizó Wilke.

“La última tormenta esto parecía Halloween porque caían los pedazos de los techos y hay partes que se inundan”, dijo la artesana. Esto no solo afecta la integridad de los productos artesanales, sino también la rutina de trabajo de los artesanos. “No se puede dejar nada. Tenemos que movernos, llevar y traer las cosas”, explicó.

A pesar de las promesas de un proyecto de mejora, Wilke expresó su frustración por la falta de comunicación y seguimiento por parte de las autoridades. “Nos dicen que hay un proyecto, pero nadie se preocupó de venir a mostrarnos”, lamentó.

La situación económica también agudiza los problemas, ya que los artesanos se enfrentan a dificultades para comprar los materiales necesarios para su trabajo. “Estamos con problemas para comprar los materiales, no podes trabajar porque hay semanas que llueve todo el tiempo”, explicó. “Antes teníamos techo, pero ahora si llovizna, no podemos trabajar”, añadió.