“Venimos trabajando bastante bien. La gente compra para guardar”, afirmó. Destacó que, especialmente en esta temporada, los consumidores buscan productos como pernil y costilla de cerdo para las festividades, lo que contribuyó a mantener la actividad en el sector.

A pesar de la coyuntura económica, Bernardi mencionó que decidieron congelar los precios. Señaló que, aunque el costo del cerdo experimentó cierto aumento, no fue tan significativo como en la carne vacuna. Un ejemplo de esta comparación es la costilla de cerdo, que se encuentra a 3180 pesos, mientras que la costilla de ternera está cerca de los 4 mil pesos.

Además de las piezas tradicionales, el productor porcino ofrece productos como choricitos y milanesas de cerdo a 2200 pesos el kilo, buscando brindar variedad a los consumidores.

Bernardi también compartió las dificultades que enfrentan debido a las lluvias intensas, que complican el acceso al campo. “No hay camino que resista tanta cantidad de agua toda la semana”, expresó.