El comedor del barrio opera de lunes a viernes, ofreciendo almuerzos y meriendas a la comunidad. Sin embargo, la demanda experimentó un aumento significativo, como señaló una de las responsables del comedor: “La comida no alcanza, aumentó la cantidad de gente. Tengo un cupo de 75 familias y se estira hasta 80. Últimamente vienen más familias a las que no podemos atender”.

A pesar de los desafíos, el comedor se esfuerza por proporcionar raciones nutritivas. Se sirven 25 kilos de pan diariamente, y se busca garantizar un almuerzo y una merienda de calidad. “Es importante servir el almuerzo y la merienda”, enfatizó la responsable del comedor.

La situación se complica por la falta de recursos, y se evidencia la importancia de la colaboración de organizaciones como la ‘Asociación Alma Misionera’. Esta asociación provee al comedor con verduras, alimentos y carne para los menús de los cinco días de la semana, contribuyendo significativamente a la operatividad del comedor.

A pesar de los esfuerzos, el comedor enfrenta limitaciones, especialmente en cuanto a la disponibilidad de frutas. El responsable mencionó: “No tenemos frutas”. Esta escasez resalta la necesidad de recursos adicionales para satisfacer las demandas nutricionales de las familias atendidas por el comedor.

La iniciativa del comedor del Barrio Alberto Fernández destaca la importancia de abordar las necesidades alimentarias de la comunidad, al tiempo que resalta los desafíos a los que se enfrenta para satisfacer la creciente demanda y la importancia de la colaboración comunitaria para superar estas dificultades.