En la convocatoria que estaba programada para las 20:30 del martes, la expectativa se palpaba en el ambiente. Fue una jornada memorable, marcada por la inauguración de un nuevo espacio: el Museo Finito Gerhmann.

El evento comenzó con una breve reseña respecto a los esfuerzos realizados en la restauración y reconstrucción de la historia de Finito. Este tributo a su legado deportivo se materializó a través de un corte de cinta inaugural y posterior recorrido por el Museo. En el encuentro, acudieron principalmente las autoridades locales y un selecto grupo de personas para disfrutar de una experiencia colmada de historia.

Tras la visita al museo, los asistentes se dirigieron a la cancha donde dos momentos destacados estaban previstos. En primer lugar, un partido de Maxi basket, que contó con la participación de jugadores que compartieron cancha y experiencias con Finito en la selección misionera y el Club Tokio. El ambiente estuvo cargado de nostalgia mientras estos atletas se enfrentaban en un partido amistoso.

También se escucharon emotivas palabras de algunos de los ex compañeros de Finito, quienes compartieron anécdotas y vivencias de su tiempo juntos. La presencia y las palabras del protagonista, Finito Gerhmann, fueron el punto culminante del evento.

La jornada a modo de cierre, continuó con un partido en donde los equipos Tokio y Mitre se enfrentaron en una emocionante contienda, demostrando la pasión que el deporte despierta en la comunidad.

Los homenajes resultan más conmovedores cuando se realizan en vida por lo que este reconocimiento hacia Finito Gerhmann fue un testimonio del amor y el respeto que la comunidad deportiva tiene por con sus héroes locales.

A sus 78 años, “Finito” es una gloria viviente, representante del baloncesto local y nacional ya que supo ser uno de los emblemas del seleccionado nacional desde 1966 hasta finales de los 70’.