POSADAS. El mayor damnificado resulta ser Roberto Gutiérrez, vecino del barrio que por su cercanía (su casa se encuentra a pocos metros de la esquina donde se produce la acumulación), expresó su descontento puesto que según sus palabras “están a la espera, con el flamante intendente esperaremos un rato más. Yo hace 10 años estoy viviendo acá y desde siempre hubo basura”.
Las actividades más rutinarias pueden volverse desagradables en esta situación, como relata Roberto que describe que con los calores almuerza afuera y ante el mínimo viento se ve expuesto a los factores contaminantes, también denuncia que “vienen camionetas todo el tiempo y tiran “ramerío”, cosas y hasta animales muertos y los municipales vinieron alguna vez una o dos semanas pero después nunca más” comentó.