“Tenemos un movimiento turístico y anteriormente era solo de Paraguay y Brasil, y ahora hay gente de Buenos Aires y Mendoza”. El Paseo Bosetti se convirtió en un atractivo para los turistas que buscan adquirir recuerdos y artesanías únicas.
Irene mencionó que, durante las vacaciones de invierno, además de trabajar en el paseo, también realizan ventas los fines de semana en la costanera, donde el turismo se ha hecho notar: “Trabajamos aquí y los sábados y domingos en la costanera, donde se sintió mucho el turismo”.
En comparación con el año anterior, las ventas fueron positivas: “Las ventas fueron buenas en comparación con el año pasado”. Los turistas buscan adquirir pequeños obsequios, como llaveros, imanes o mates, para llevar a sus familiares como recuerdo de su visita a Misiones.
El Paseo Bosetti ofrece una amplia variedad de productos artesanales a precios accesibles: “En este espacio, hay cosas baratas y a las que se pueden acceder económicamente”. Los artesanos exhiben y venden desde porta masetas y llamadores hasta arbolitos de la vida, junto con otros productos como cuchillos, fuentes y prendas para animales.
Sin embargo, las condiciones climáticas no siempre son favorables para los feriantes: “Con llovizna laboramos un poco, la tormenta rompió un poco más los techos y estamos esperando que nos repongan porque se nos mojan las mercaderías de los 43 o 45 feriantes.” A pesar de las adversidades, los artesanos siguen trabajando y ofreciendo sus productos a los turistas que visitan el paseo.