POSADAS. La discriminación y la falta de acceso al trabajo formal empujan a mujeres y disidencias a ejercer la prostitución. Andy Verdún, quien se desempeña como trabajadora sexual, contó al móvil de MisionesCuatro la situación que viven a diario: no tienen seguridad, sufren robos y violencia, como lo ocurrido el fin de semana pasado con Jazmín Miranda Da Silva en la Avenida Santa Catalina y Andresito.
“Es muy triste y lamentable el hecho que ocurrió porque ella no tiene ayuda económica de ningún lado”, declaró Verdún y señaló que ningún referente del sector se hizo presente para ayudar a Jazmín.
“Tenemos que enfrentarnos a chicos que salen a robar, te ven distraída y te sacan la cartera, el celular, te tiran piedras, hay borrachos que molestan, no te dejan trabajar”, afirmó.
Por otra parte, al referirse al cupo laboral trans dijo que “es pantalla”. “Son circuitos cerrados de conocidos, de referentes que entran. A mí nunca me pidieron curriculum y supuestamente piden”, expresó.
Asimismo, contó que dejó el trabajo sexual con la esperanza y promesa de un trabajo formal que nunca llegó, y hace algunos meses debió retomar la actividad: “lamentablemente sufrí episodios de violencia y dejé la calle hace un año, pero, con la economía de hoy día tuve que volver”.
Por último, hizo un pedido de mayor seguridad: un botón de pánico y que haya más cámaras de seguridad
“La semana pasada me quisieron robar, llamé a la policía, pero no se hicieron presentes”, comentó.