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El cansancio y la merma en la actividad son los primeros signos de deshidratación en niños, alertan

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Ante la ola de calor y las temperaturas extremas, pediatras recomiendan mantener hidratados a los niños y los adultos mayores, y estar atentos a cuadros febriles, cefaleas, vómitos y cambios en la micción, entre otros signos de la deshidratación.

El cansancio y la merma en la actividad son los primeros signos de deshidratación en niños, alertan

POSADAS. En uno de los días más calurosos del año, el pediatra Guido Barreyro dialogó con MisionesCuatro y formuló una serie de recomendaciones para prevenir golpes de calor y cuadros de deshidratación, que se asemejan peligrosamente a cuadros patológicos, inclusive los meníngeos, que tornan difícil su diagnóstico.

“Es uno de los años donde se han dado un conjunto de patologías. Hay que extremar cuidados clínicos y hacer hincapié en la historia clínica”, comentó Barreyro, quien llamó la atención sobre las similitudes entre los síntomas de deshidratación y de infecciones que presentan “cuadros febriles agudos, como el dengue, el covid, las respiratorias fuera de época que vienen de arrastre de la primavera (estado de mal alérgico)”

De acuerdo con Barreyro, resulta crucial repasar “conceptos básico pero fundamentales”. “El lactante menor no tiene mecanismos propios para resolver la temperatura alta. Hay que mantenerlos en lugares aireados y ventilados, con buena refrigeración. Y evitar sacarlos (exponerlos al sol) entre las 10 y 18 hs”, insistió.

Para el pediatra, es importante “ofrecerle agua a cada rato”, al niño y “lo mismo ocurre para las personas de edad, que no tienen el deseo de tomar agua, no registran el estado de deshidratación y la necesidad de tomar líquidos”, dijo.

El problema de la similitud de síntomas en cuadros clínicos disímiles

Ante la consulta de MisionesCuatro, Barreyro insistió en que los cuadros de deshidratación son similares “a cualquier cuadro infeccioso agudo, incluso los cuadros meníngeos, lo que hace difícil el diagnóstico”.

En esta línea, Barreyro apuntó a cuadros clínicos caracterizados por las temperaturas altas, “que cuestas bajar, dolor, cefalea intensa, en los lactantes tirar la cabecita para atrás como si tuviera rigidez, llanto permanente, y los cuadros de deshidratación, con mucosas secas, vómitos y diarreas. Hay que estar atentos”, recalcó.

Otro punto a tener en cuenta, según el pediatra es el “buen funcionamiento renal”. Es decir, conocer “si el niño está orinando o no”. Según Barreyro, la deshidratación también es identificables por la “piel seca, llanto, temperatura alta, liguria (disminución brusca de micción) o anuria (cese de la micción), hipotensión arterial y pérdida de conocimiento”.

En niños “el cansancio es el primer síntoma de la deshidratación, junto con la tendencia a disminuir la movilidad”

Ante un cuadro grave, a veces es preciso lograr una “rehidratación rápida por vena, por sueros para recuperar los hidroelectrolitos. Primero (hay que) comenzar con bebidas, con (intervalos) de 10, 15 minutos, si tolera la ingesta y reacciona bien. Pero si hay rechazo de los líquidos o si la clínica no mejora, hay que consultar con tiempo al médico. Y tener paciencia”, subrayó Barreyro.

Sobre el final de la entrevista, el pediatra destacó que “el cansancio es el primer síntoma de la deshidratación, (acompañado de) dolores musculares y la tendencia a disminuir la movilidad diaria”. Y respecto de la pileta, “en verano, (debe usarse) antes de las 9 y después de las 18. O totalmente bajo sombra (en otro horario). Con mucha hidratación y con bloqueadores solares de 30 o más cada 2 horas”, sentenció.

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