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Solo tres personas participaron de la audiencia pública por el aumento del boleto en Oberá

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En la mañana del lunes se realizó la Audiencia Pública para tratar el nuevo aumento del cuadro tarifario del transporte urbano en la ciudad de Oberá. Solo cinco ciudadanos se anotaron para exponer sus posturas y apenas tres acudieron.

Solo tres personas participaron de la audiencia pública por el aumento del boleto en Oberá

También hablaron un par de funcionarios municipales, la Defensora del Pueblo y un representante de la empresa.

     La audiencia, según la Carta Magna obereña obligatoria y a la vez no vinculante, se realizó en la Casa de la Cultura, en la céntrica esquina de Gobernador Barreyro y Jujuy, donde se realizan las sesiones del Concejo Deliberante. Minutos antes de comenzar llegó un grupo de integrantes del Polo Obrero-unas veinticinco personas-que se instalaron en la puerta de la Casa de la Cultura a favor de protestar contra el seguro aumento del boleto. Luego marcharon a la municipalidad para volver a pedir asistencia social.

     En representación de la empresa Capital del Monte, monopólicamente a cargo del transporte urbano en la zona desde la década del noventa, habló Eduardo Facundo Zárate. Sobre la base de la inflación acumulada, que elevó los costos de la empresa, pidió que el boleto suba a cuarenta y cinco pesos (quince más que los treinta que vale hoy, sin tarjeta).

     En representación del estado comunal hablaron Guillermo Correa, director de Inspección General y Tránsito, y Santiago Marrodán, titular de la Comisión de Transporte Municipal y Concejal electo por el oficialismo que asumirá su cargo en una semana. Correa señaló que a partir de la quita de frecuencias y servicios por parte de la empresa, “hoy el costo de la tarifa media, para el Poder Ejecutivo, sería de 36,39 pesos”.

     Patricia Nittman, defensora del pueblo, pidió que la empresa concesionaria ponga cortinas y aires acondicionados en las unidades. Que las unidades sean aptas para personas con discapacidad y que se hagan mejoras en los refugios donde aguardan los pasajeros. Y pidió que el aumento del boleto sea “razonable”.

      Solo tres usuarios de los colectivos expusieron sus opiniones (se habían anotado cinco y faltaron dos). Miguel Ángel Morales, un ex gendarme que sufre una discapacidad motriz y que fue candidato a Defensor del Pueblo por la renovación, insistió sobre la necesaria adecuación de las unidades para las personas con discapacidades físicas (reclamo que viene haciendo desde la primera audiencia y que la empresa sistemáticamente  ignora). Abelardo Cuquejo, periodista, jubilado,  y un veterano de las cuestiones ciudadanas. Y Héctor Stakievich, un vecino que durante años pidió se aplique el boleto de transferencia a favor de evitar abonar dos pasajes para ir de un barrio a otro. Morales y Stakievich recordaron que el pasaje gratuito para jubilados y pensionados, establecido en la Carta Orgánica, aún no se aplica.

      Hablaron tres usuarios de los alrededor de quince mil que toman un colectivo cada día en Oberá. ¿Las excusas para no participar y limitarse a opinar en las redes sociales? El inoportuno horario laboral de la audiencia (sin embargo, en Oberá se convoca a marchas ciudadanas fuera del horario laboral y hasta los fines de semana y la asistencia también es escasa. Por ejemplo, para pedir justicia por el impune crimen de “Marilyn” Bárbaro o para pedirle celeridad a la justicia en las causas contra el exalcalde Rindfleisch). O el carácter no vinculante de las mismas (pero que no sean vinculantes no lo decidió la naturaleza sino casi once mil electores obereños que el domingo 30 de octubre de 2011 eligieron a tres convencionales constituyentes de la renovación quiénes, legitimados por esa mayoría popular, sancionaron la Carta Orgánica y decidieron que las audiencias públicas tengan un carácter no vinculante). O la timorata postura de la Defensoría del Pueblo (cuya titular fue electa por más de 14 mil obereños en octubre de 2017, vía la misma ley de lemas que los convencionales renovadores que la mayoría votó, mantuvieron como sistema electoral). O la decepción de muchos con respecto a la postura del propio intendente, a quién señalan como más proclive a defender los intereses de la empresa que los de los usuarios (Carlos Fernández fue reelecto en junio pasado, arrasando en los comicios).

     Es un círculo vicioso. Un status quo reproducido una y otra vez por la sociedad que, luego, se queja de ese status quo. La misma sociedad que prefiere creer que las cosas les suceden. En vez de asumir que las producen.

     Solo resta saber si el nuevo aumento del boleto será votado antes de fin de año o deberá esperar al verano que viene. Como sea, lo aprobarán concejales que  fueron votados por el pueblo. Y lo homologará el intendente. También votado por el pueblo.

Walter Anestiades para www.misionescuatro.com 

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