El Parque de las Naciones fue nuevamente escenario de este evento en el que participaron un gran número de fieles, que se fueron sumando a medida que la procesión avanzaba por las calles internas del predio.

El Vía Crucis Viviente de Migrantes y Refugiados de las Colectividades inició con la bendición de Ramos frente a la casa típica Japonesa, y cada una de las casas fue una estación de la pasión de Cristo, que se iba relatando mientras se lo representaba con un ejemplo de la vida real.  Y en cada estación, las colectividades realizaban su rezo en el idioma natal del país al que representan.  La jornada finalizó con la Santa Misa en el escenario mayor del anfiteatro Norguss Jacob, consolidando así un momento de reflexión y unidad en el marco de las celebraciones de Semana Santa en nuestra querida comunidad.

Este evento, arraigado ya como una tradición religiosa, fue posible gracias a la colaboración y organización de los feligreses de la Renovación Carismática Católica de la Parroquia Cristo Rey, en conjunto con el Departamento de Cultos de la Municipalidad de Oberá y la Federación de Colectividades.

La Federación de Colectividades agradece a toda la comunidad que participó de este momento único, por sus características y el entorno que solo se puede gestar en el icónico Parque de las Naciones de Oberá.