Martínez peleó contra un rival diez años menor que mostró una derecha potente. Lejos de la agilidad de aquel que dominó la escena del boxeo mundial hace varios años atrás, Maravilla dejó en claro que su estado físico lo acompaña, aunque le falta “tiempo y distancia”, como él mismo reconoció.
El argentino se apoderó del triunfo en las tarjetas (97-94 x 2 y 96-94) y sumó su tercera victoria desde que decidió retornar a los cuadriláteros en agosto del año pasado ante el español José Miguel Fandiño, que luego le abrió la puerta a la pelea contra el finlandés Jussi Koivula en diciembre pasado.
“Ojalá tenga un combate dentro de poco para seguir ganando esto de la distancia y el tiempo. Me faltaba ritmo. Ojalá pronto haga un combate porque de acá voy a buscar el mundial. Sé que es difícil, pero nada es fácil en la vida. Tengo que seguir trabajando. La pandemia nos liquidó. Me postergaron varios combates desde marzo y eso es complicado de afrontar. Se pierde tiempo y distancia”, reconoció el pugilista tras el combate.