Dos jugadores de la Reserva de Godoy Cruz, Julián Encina de 19 años y Exequiel Tejada de 18 años, fueron detenidos por estar vinculados con un presunto caso de abuso sexual a una joven.

El hecho habría tenido lugar en octubre del año 2023, después de que los tres salieran de un local nocturno en la ciudad de Mendoza, por lo que la causa llevaba varios meses de investigación.

Los acusados, habían sido imputados por el delito de abuso sexual agravado, pero permanecían en libertad bajo ciertas medidas impuestas por la fiscalía.

Sin embargo, se informó que no cumplieron con una de estas condiciones, específicamente la referente a la fijación del domicilio, lo que complicó su situación legal.

Además, se reveló que recientemente se incorporó al expediente una prueba genética que habría encontrado restos de semen de los jóvenes en la víctima y en su ropa.

Pese a las acusaciones en su contra, Encina y Tejada continuaban formando parte del plantel de reserva del equipo Godoy Cruz y habían estado para el enfrentamiento con Lanús de la primera fecha.

Cabe recordar que este es el segundo caso de abuso sexual que trascendió en el último tiempo donde se ven involucrados futbolistas de clubes de futbol de primera. Hace unas semanas, una joven denunció en Tucumán que fue abusada por cuatro futbolistas de Vélez Sarsfield, quienes están detenidos y tienen prohibido salir del país.

El caso

La víctima de 21 años denunció que el abuso ocurrió durante la madrugada del 20 de octubre del 2023 a la salida del local bailable Wish, ubicado sobre la calle San Martín del centro de la capital mendocina. La joven se encontraba con una amiga y, tras caminar algunos metros en busca del auto en el que habían llegado, se cruzaron con los acusados.

Intercambiaron algunas palabras y la víctima les comentó que estaba apurada por cambiarse de ropa e irse a trabajar. Ante esta situación, los deportistas le manifestaron que estaban frente al departamento de uno de ellos, por lo que le ofrecieron que podía cambiarse allí.

Una vez en el interior, uno de ellos se acercó a ella y le pidió que se sentara cerca de él. Luego comenzó a besarla y a tocarla en varias partes del cuerpo, pese a las negativas de la joven

La mujer denunció que fue objeto de acceso carnal y que en todo momento les dejó claro que no quería tener relaciones con ninguno de los dos. Según su testimonio, siguieron agrediéndola y la obligaron a realizar acciones en contra de su voluntad.

Tras analizar las pruebas iniciales, el fiscal Nora calificó el hecho como abuso sexual agravado debido a la participación de dos personas.