“Estoy emocionada y con muchas ganas de competir para dejar a la tierra colorada en lo más alto”, expresó sobre su próximo desafío en los Juegos Panamericanos desde el 5 de noviembre próximo.

En la conversación, Analía relató cómo descubrió su amor por el BMX: “Uno vuelve a las raíces. Siempre fui deportista. Hice fútbol, básquet y polideportivo. En la escuela llega un chico con una BMX cromada, pone un par de mochilas en el patio y empieza a saltar”.

“Los montículos del barrio los saltábamos o armábamos con ladrillos y tablas frente a casa”, mencionó, ilustrando su determinación para perfeccionar sus habilidades. Más tarde, en la Plaza San Martín de Posadas, se unió a un grupo de jóvenes que practicaban skate y BMX, y su pasión creció aún más.

Zacarías explicó en qué consiste el BMX y su modalidad olímpica, el BMX freestyle park: “Es una pista con módulos y rampas. Hacemos una performance que dura un minuto y tenemos que tratar de hacer la mayor cantidad de trucos”. Cada corredor usa su creatividad para destacar en la pista y lograr una actuación impresionante.

La entrevistada detalló los aspectos que los jueces evalúan en las competencias, incluyendo el aterrizaje de los trucos, el uso del parque, la creatividad, la dificultad y el estilo. “Cuantos más trucos haces, más puntos sumas”, explicó.

Analía compartió su sorpresa al hablar de su experiencia en China, donde vio cómo niños y niñas de tan solo seis años dominaban la disciplina del BMX freestyle. “Los deportistas chicos tienen base deportiva desde los seis años. Ellos armaron predios deportivos para BMX freestyle con pista donde se compite a nivel olímpico y una pista de prácticas con colchonetas para los trucos”, comentó.