Según informó el periodista Pablo García, Zajaczkowski sufrió una lesión en la cadera a raíz de una caída en su domicilio, lo que requirió su traslado a Posadas para someterse a una intervención quirúrgica. Sin embargo, lamentablemente, durante el procedimiento médico, el escritor perdió la vida en un sanatorio privado de la ciudad.

Conocido por su frescura y capacidad asombrosa, Mario Zajaczkowski se encontraba en pleno proceso de preparación de nuevos libros y se destacaba por su activa participación en la revitalización del café literario en la Radio Social Club. Estuvo casado con María de Dios Neris, con quien tuvo dos hijas, Ángela y Tatiana, además de cuatro nietos.

Su partida deja a Abel Lobayan, escritor y amigo cercano, profundamente sorprendido. En una entrevista con Radio Social Club, Lobayan expresó: “Vayan nuestras sentidas condolencias a su familia, rogando a Dios resignación ante tal inefable hecho. Los escritores de Apóstoles estamos perplejos ante esta realidad, muy condolidos y rogamos por el eterno descanso de Mario”.

Considerado un ciudadano ilustre de Apóstoles, Mario Zajaczkowski dejó un legado invaluable a través de su labor docente, su rol como funcionario de la ciudad y su destacada participación como fundador del Grupo de Escritores de Apóstoles, así como en numerosas conferencias y charlas culturales.

“Los escritores de Apóstoles despedimos a un gran amigo”, agregó Lobayan. “Un hombre con una sensibilidad especial, siempre enamorado de su pueblo y de su gente. Plasmó en papel las cosas bonitas que observaba como escritor. Comprometido con la vida y con lo social, incluso con la buena política. No lo vamos a olvidar fácilmente”.

La partida de Mario Zajaczkowski deja un hueco en el mundo literario apostoleño, pero su legado perdurará a través de sus obras y su dedicación incansable a la escritura. “Que brille sobre él la luz que no tiene fin”, cerró Lobayan.