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Los Buscadores: el cine paraguayo hizo su propia Indiana Jones

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Los directores de la exitosa 7 cajas y suerte de inventores del cine contemporáneo de Paraguay estrenan Los buscadores, una historia de tesoros escondidos, sueños y aventuras.

Los Buscadores: el cine paraguayo hizo su propia Indiana Jones

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los directores de la exitosa 7 cajas y suerte de inventores del cine contemporáneo de Paraguay estrenan Los buscadores, una historia de tesoros escondidos, sueños y aventuras.[/vc_column_text][vc_single_image image=”167430″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Hay un antes y un después de 7 cajas en la historia del cine paraguayo. En un país donde prácticamente no se producía cine , la película de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori estrenada en 2012 vendió 350.000 entradas, una cifra inusual para un mercado tan modesto: en Paraguay la cantidad anual de espectadores no suele superar el millón.

El fenómeno tuvo también un eco internacional: la película recorrió todo el mundo gracias a la invitación de decenas de festivales, ganó un premio en San Sebastián, obtuvo una nominación para los Goya y, en la Argentina, convocó a 70.000 espectadores, un número al que buena parte de las producciones nacionales no suele llegar.

“Después de todo lo que pasó con 7 cajas quedamos paralizados por un tiempo -admite Schémbori-. Teníamos miedo, sentíamos una presión extra para estar a la altura de las circunstancias con un nuevo proyecto. Luis Puenzo, un colega que siempre nos dio muy buenos consejos, nos dijo que la segunda película siempre es la más difícil, sobre todo después de un suceso como el de 7 cajas. Recién cuando nos relajamos pudimos avanzar”.

Finalmente, seis años después de aquel debut impactante, la dupla de directores paraguayos volvió a escena con Los buscadores , su segundo largometraje, que se estrenó este jueves en la Argentina.

Protagonizada por un joven canillita que busca denodadamente un tesoro escondido en la época de la Guerra de la Triple Alianza, la película tuvo buenos resultados en Paraguay: 148.000 espectadores entre septiembre y noviembre del año pasado, lejos del boom de 7 cajas, pero suficiente como para quedar ubicada segunda entre las más taquilleras de la historia del cine de Paraguay.

La historia no está cerrada, de todos modos: la cifra sigue siendo muy buena si se tiene en cuenta que las películas paraguayas rara vez superan los 5 mil espectadores, y los distribuidores locales están planeando reestrenar este año Los buscadores, confiados en que todavía queda un público interesado en verla.[/vc_column_text][vc_column_text]

Una revolución en Paraguay

El suceso de 7 cajas produjo una revolución en el cine paraguayo: se abrió una carrera de cinematografía que ya va por su tercera camada de egresados y se empezó a filmar un promedio de cinco películas anuales.

Parece poco, comparado con lo que producen en la región países como Brasil, la Argentina o Chile, pero en Paraguay viven apenas 7 millones de personas y la tasa de analfabetismo alcanza hoy en día el 5%. También se avanzó en el marco legal: en octubre del año pasado, la Cámara de Senadores del Congreso Nacional aprobó con media sanción el proyecto de Ley de Fomento Audiovisual, que establece la creación del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP) como órgano regulador, dependiente de la Secretaría Nacional de Cultura.

Los buenos resultados de películas como Luna de cigarras, una comedia estrenada en la Argentina en 2014 que en su país llegó a los 30 mil espectadores, y Gritos del Monday, un film de terror que superó levemente esa cifra, dan cuenta de un panorama distinto al de hace unos años. Incluso hace un par de meses, Las herederas, el drama dirigido por Marcelo Martinessi, que hoy se estrena en su país, Paraguay, ganó dos premios Oso de Plata y tres reconocimientos de jurados independientes, en el último Festival Internacional de Cine de Berlín

Parte de ese nuevo desarrollo tiene que ver con las facilidades que supone el avance tecnológico: 7 cajas inauguró en Paraguay el cine digital de alta definición (fue filmada íntegramente con una Canon EOS-1D Mark IV, una cámara que hoy cuesta 35.000 mil pesos argentinos). Un tiempo después, Gustavo Delgado rodó Libertad, una película sobre la gesta de la independencia paraguaya que llegó a los 37 mil espectadores (con una cámara Red One) y se anotó en la historia del cine de su país como el autor del primer film local estrenado en HD (alta definición). Fue un hito para un mercado cuyo volumen es muy reducido: apenas 41 pantallas en condiciones de proyectar cine en digital, de las cuales 34 están en Asunción, la capital del país.[/vc_column_text][vc_column_text]Leé tambiénCon 7 Cajas, llega el cine paraguayo al Parque del Conocimiento[/vc_column_text][vc_column_text]

Vínculos con la Argentina

Hubo una época en la que el cine paraguayo aprovechó muy bien el vínculo con la Argentina para desarrollar coproducciones. Un año después de haber ganado las elecciones de 1946, el gobierno de Juan Domingo Perón impulsó una Ley de Cine que hizo crecer notoriamente la industria nacional. Ya en 1950 se rodaron en Argentina 58 largometrajes. Cinco años más tarde, se llevó a cabo la primera coproducción entre la Argentina y Paraguay: Codicia (1955), dirigida por el italiano Catrano Catrani.

Fue el punto de partida para una relación fructífera que reunió en varias oportunidades a actores, técnicos, músicos y guionistas de ambos países, siempre con un aporte de dinero mayormente argentino: El trueno entre las hojas (1958, con guión de Augusto Roa Bastos), India (1960) y La burrerita de Ypacaraí (1962), todas de Armando Bo;, La sangre y la semilla (1959, guión de Roa Bastos), de Alberto Du Bois, y La sed (1961), de Lucas Demare, una coproducción entre España y la Argentina, también con guión de Roa Bastos. Pero recién en 1978 se estrenó el primer largometraje en 35 mm de producción íntegramente paraguaya: Cerro Corá, una ficción de corte histórico dirigida por Guillermo Vera Díaz que se reestrenó en 2002 y que terminaron viendo, en total, cerca de 100 mil espectadores.

Casi treinta años después, en 2006, Paz Encina conseguía poner al cine paraguayo de nuevo en el mapa internacional con Hamaca paraguaya, una coproducción con la Argentina, Francia y Holanda hablada enteramente en guaraní y de perfil claramente experimental, que fue premiada en el Festival de Cannes y en el de Huelva.[/vc_column_text][vc_single_image image=”167431″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Pero fue la explosiva aparición de 7 cajas, en 2012, la que definió un nuevo rumbo para la cinematografía de un país que parece desear como nunca antes ponerse de una vez por todas de pie. Sucedió con una película que reproduce algunos de los esquemas narrativos del cine de Hollywood, pero en un entorno diferente.

“No podemos negarlo: Juan Carlos y yo somos admiradores del cine de Brian De Palma y Steven Spielberg –confiesa Schémbori–. También del de Hitchcock. Tanto 7 cajas como Los buscadores utilizan algunos elementos de la narrativa americana, pero con historias muy nuestras, de una identidad indiscutiblemente paraguaya. Recuerdo que cuando Juan Carlos me contó la idea de filmar una película sobre la leyenda de la “plata yvyguy” (significa plata escondida o enterrada en guaraní), que es muy popular en nuestro país, me dijo: «Es un punto de vista fenomenal para hacer un Indiana Jones paraguayo»”.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]


Por: Alejandro Lingenti / La Nación / vm.

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