[vc_row][vc_column][vc_column_text]La fotógrafa Diane Ozdamar lleva años fotografiando ratas. Confía en que su trabajo ayude a quitar el negativo estigma que tienen estos roedores a quienes ella define como encantadores.[/vc_column_text][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1501258609424-a4ec30ab-b940-8″ include=”120281,120283,120284″][vc_column_text]Lo cierto es que, viendo sus estupendas fotografías en las que las ratas aparecen tan dulces como juguetonas o angelicales, siempre perfectamente limpias y amigables, ponemos en entredicho por unos momentos nuestro propio sentir sobre estos voraces mamíferos, mayormente asociados en nuestras cabecitas con oscuras y sucias alcantarillas, llenas de detritus y gérmenes.

Diane Ozdamar cuenta que muchos dueños de ratas las comparan con perros diminutos. Si alguna vez quisiéramos adoptar una rata, solo hemos de contactar con un refugio de animales, suele haber muchas esperando un hogar. Sería necesario que adoptásemos dos del mismo sexo, ya que necesitan tener compañía de su propia especie.[/vc_column_text][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1501258680534-6ee823db-8efc-8″ include=”120286,120287,120289″][vc_column_text]Para las sesiones fotográficas, Diane Ozdamar hizo todos los accesorios para que no oprimieran a las ratas, se quitaban fácilmente, aunque cuenta que la mayoría de las veces estaban muy relajadas. No se hizo daño a ningún animal durante las sesiones, la mariquita también estaba viva y se fue volando al poco de terminar.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]Fuente: Cultura Inquieta / vm.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]