La comunicación no verbal ha sido un tema estudiado desde hace años, por la importancia que tienen los gestos con las manos y la actitud corporal. Pero, el uso de ademanes suele ser un factor común en la mayoría de las personas, que pueden utilizarlo más y, algunos, menos. Ahora, la ciencia explicó los motivos.

Las manos y la boca se conectan desde el nacimiento, tal como puede observarse, por ejemplo, en los bebés, que se llevan todo a la boca. Lo cierto es que es una cuestión primitiva la relación de las manos, que llevaban el alimento hacia la boca desde el origen de los tiempos.

Según la psicóloga evolutiva Gillian Forester, le explicó a la BBC que esta relación está presente en la comunicación: “Las partes del cerebro que controlan las manos y la boca están altamente superpuestas”, remarcó.

La especialista explicó también que incluso las personas no videntes de nacimiento realizan gesticulaciones cuando hablan, al igual que las personas que hablan por teléfono. Esto de se debe a que la función de los ademanes no es solo comunicar al otro, ya que nadie nos está observando cuando se usa el teléfono.

En este sentido, Forester señaló que “también te ayuda a organizar tus propios pensamientos”. Por ese motivo, la psicóloga considera que “entonces, no es raro”.

En su estudio, se basó en los gestos icónicos, que son los espontáneos y que revelan los pensamientos. Por ejemplo, analizando a niños de 7 años, encontraron que, con las manos, pueden transmitir gestos que revelan los tamaños de las cosas, aunque no sepan ponerlo en palabras.