Cinco loros debieron ser aislados en el zoológico a partir de que insultaban a los turistas que se acercaban para conocer el lugar. Por ese motivo, las autoridades tuvieron que tomar medidas cuando los animales comenzaron a decir obscenidades contra las personas que visitaban el parque.

Si bien al comienzo parecía divertido, sobre todo para el personal del zoológico, el hecho de que los loros pudieran mencionar palabras ofensivas, llevó a la decisión de separarlos.

Las aves fueron ubicadas en diversas áreas para que no puedan interactuar entre sí y evitar que continuaran con sus palabras.