El fuerte temporal desatado sobre la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense alteró las operaciones aéreas en el Aeroparque Jorge Newbery y en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
El tráfico aéreo se vio alterado porque la tormenta obligó a aplicar el protocolo de seguridad que establece que en esas condiciones los aviones no pueden despegar y, los que están por aterrizar, deben seguir en el aire a la espera de ser desviados o a que cese el temporal.
Si hay alerta por fuertes tormentas y actividad eléctrica, el servicio en los aeropuertos debe cesar, debido a que hay un riesgo elevado al momento de la carga y descarga de los aviones.