La decisión del Ejecutivo se produce tras el freno a la suba del 5% en los combustibles de YPF, lo que hubiera impactado en la inflación y podría haber generado un efecto en cadena en otras petroleras.
El decreto retrasa el impuesto que debía aplicarse este 31 de diciembre para el mismo día de enero de 2020.
En la resolución 103/2019, se justificó la medida al hacer referencia a la sanción de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública: “Tales cuestiones exigen también la estabilización de los precios de los combustibles, para lo que se hace necesario diferir el impacto que podría derivarse de las actualizaciones de los montos del impuesto sobre los combustibles líquidos”, señalan.
Las actualizaciones deberían hacerse los meses de enero, abril, julio y octubre considerando la variación del índice de Precios al Consumidor (IPC) que provee el INDEC. De esta forma, la actualización se haría recién en febrero de 2020.
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