Afortunadamente, los casos fueron descartados. El alemán, el holandés, etcétera. Es más, en Argentina, pese a que hubo 3 contagios locales, aún no hay circulación viral ni casos “autóctonos” de esta enfermedad. ¿Está claro dónde está el riesgo por el momento?

Tal es la preocupación, que el gobierno nacional suspendió algunos vuelos internacionales y puso bajo amenaza a los ciudadanos que no se sometan a la cuarentena.

Esta todo paralizado, todo en alerta, en emergencia. Sin embargo, el turismo en el país, parece que ocurre en otra dimensión.

En Misiones ocurre lo mismo: con mucha razón se decretó la Emergencia Epidemiológica, se postergaron eventos y hasta se suspendieron las clases, aunque sea por el dengue, pero ocurrió en el marco de la declaración de Pandemia de la OMS.

Hasta aquí todo bien. Lo extraño es que mientras los gurises misioneros se quedan sin clases y todos los ciudadanos de la tierra colorada se llenan de repelente, el negocio turístico sigue intacto.

A nadie le gusta lo que ocurre. Nadie quiere quedarse sin clases o sin una función del IMAX y por supuesto, nadie quiere que a los operadores turísticos les vaya mal. Simplemente es llamativo.

Si pensamos que por la pandemia de Coronavirus, hasta Disney anunció el cierre de sus dos parques en EE.UU, EuroDisney y una línea de cruceros y que en Paraguay, nuestros vecinos, también cerraron espacios culturales y Parques Nacionales para evitar expansión del coronavirus, resulta más llamativo aún que en el país se ignore este riesgo.

Aún con los vuelos cancelados, diariamente arriban contingentes de turistas de todas partes del mundo a la ciudad de las Cataratas, atraídos por la belleza de sus saltos.

Los visitantes llegan, mayormente, vía Foz de Iguazú y por el momento, existen escasos o nulos controles sanitarios en la frontera.

Las fuentes consultadas por M4 en las oficinas de Parques Nacionales, indicaron que por el momento no tienen notificación de que al menos se evalúe una cancelación de los servicios en Cataratas.

Quizás, la preocupación por la salud de los misioneros tenga un límite para las autoridades del gobierno Nac & Pop. Quizás ese límite sean los dividendos del negocio turístico de unos pocos.

Por Eduardo Pérez, periodista de Misiones Cuatro