ANDRESITO. Se empezaron a conocer detalles de la trama de violencia de género y falta de respuestas de la Justicia y de la policía misioneras que desembocó en el homicidio de Juan Farjat (31) , el encargado del lodge San Sebastián de la Selva, ubicado a unos 25 kilómetros de Andresito.

Es que el presunto asesino, Ramón Antonio Garayo (43), ya tenía denuncias por violar la prohibición de acercamiento hacia su ex pareja Graciela S. (37), la empleada de la víctima. Incluso, la había amenazado de muerte, junto a Farjat, de quien habría sentido celos. El cuestionado juez de Iguazú, Martín Brites firmó la captura del delincuente antes del homicidio, pero los uniformados no lo encontraron.

Este jueves, poco antes de las 16 hs., Garayo encontró a su ex en el complejo y la atacó a machetazos, provocándole severas heridas y pérdida de conocimiento dentro de la mencionada reserva natural. Farjat intentó buscar ayuda para su empleada, montado en un cuatriciclo. Pero Garayo lo interceptó y acometió contra él con el machete, causándole las heridas que lo llevaron a su muerte.

No obstante, Farjat logró conseguir ayuda en una reserva lindante, y antes de morir pidió asistencia para su empleada. Además, habría identificado a Garayo como su agresor. Lamentablemente falleció en el Hospital de Andresito. Ahora, Garayo es intensamente buscado por la policía, pero sigue prófugo.

Garayo ya había amenazado a las víctimas

Según un conocido matutino misionero, Garayo ya había irrumpido en el lodge a principios de Enero, agrediendo a Graciela y a Juan Farjat. Por esto lo denunciaron y se le inició una causa por “lesiones leves y amenazas de muerte”. El delincuente estuvo preso en la comisaría local y recuperó su libertad hace aproximadamente un mes.

En tanto, el juez de instrucción nro. 3, Martin Brites, le dictó a Garayo, una prohibición de acercamiento a su ex pareja y a Farjat. Sin embargo, el martes pasado, Garayo incumplió con la orden judicial y volvió a amenazar a las víctimas dentro del citado lodge.

Ante esa última acción, las víctimas volvieron a radicar una denuncia ante el juzgado que preside Brites, quien habría ordenado la detención de Garayo. Pero los uniformados de la Comisaría de la Mujer local no encontraron al delincuente, que días después asesinó e hirió de gravedad a las víctimas.