GARUPÁ. Clemencio Medina, un comerciante de 80 años fue asesinado a golpes y hallado en un charco de sangre dentro de su casa. Fue su hijo quien dio aviso a la policía de lo sucedido.

De acuerdo a la autopsia, el anciano fue atacado con un elemento contundente que le destrozó la cabeza y murió desangrado en el mismo lugar, pocas horas de ser descubierto.

Tras una semana del violento asesinato, la causa dio un giro trascendental. Peritos de la Policía Científica, investigadores de la Unidad Regional X y de la Dirección Homicidios, encabezados por el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, desplegaron este viernes la pericia con el reactivo químico luminol, con el fin de detectar la presencia de rastros de sangre, en la vivienda de calle Ceibo casi Félix de Azara, donde fue encontrado Medina.

Fuentes del caso, señalaron que fueron positivos los rastros obtenidos en el primer tramo del procedimiento y que apuntaron a la vivienda lindante a la de la víctima fatal. 

En cuanto a la orientación de la huella dejada, la sospecha podría recaer sobre el hijo de Medina, un docente que vivía solo en ese lugar. También se realizó prueba de luminol sobre el automóvil de éste.

Hasta el momento, la causa tiene dos detenidos, una mujer de 43 años quien colaboraba como empleada de Clemencio, y su concubino. 

Ahora, con pruebas de luminol practicadas, el hijo de la víctima se vería seriamente comprometido en la causa por la muerte del anciano.