[vc_row][vc_column][vc_column_text]Fueron pasados a disponibilidad de 15 efectivos de la Región VIII de la Policía Federal, entre ellos oficiales de alto rango que coordinaban actividades en Misiones, Corrientes, Formosa y Chaco.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”97450″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][vc_column_text]Tras el operativo Sapucay, que realizó el Ministerio de Seguridad de la Nación en la localidad correntina de Itatí, fueron pasados a disponibilidad 15 efectivos de la Región VIII de la Policía Federal, entre ellos oficiales de alto rango que coordinaban actividades en las ciudades de Corrientes, Formosa, Paso de los Libres, Posadas, Presidente Roque Sáenz Pena, Puerto Iguazú y Resistencia.
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La “depuración” de la delegación de esta fuerza se produjo luego de que en las órdenes de detención del juez federal N°12 Sergio Torres figurase el subjefe Rubén Ernesto Ferreyra y el sargento Carlos Víctor López. En la sede policial se secuestraron 17 panes de marihuana sin registro de decomiso.
De acuerdo con fuentes de la investigación, estos efectivos se movían como verdaderos narcos. Pagaban a los informantes con la droga que luego incautaban en operativos que los “buchones” apuntaban y además se sospecha que pedían rescate por el estupefaciente secuestrado a los mismos narcos.
En el operativo Sapucay encontraron también dos panes de marihuana fraccionados en el cajón del escritorio del comisario Osvaldo Ocampo Alvarenga, destinado por la policía local en Itatí.
Justicia bajo la lupa
En tanto, la Cámara federal de Corrientes apartó al juez federal Carlos Soto Dávila de siete causas por narcotráfico. Ese tribunal cuestionó las excarcelaciones que libró el magistrado a los imputados, entre ellos a Hernán Aquino, hermano del viceintendente de Itatí, quien había sido apresado dos veces con drogas antes de caer con 521 kilos de marihuana el 20 de febrero pasado.
En octubre pasado los fiscales federales Carlos Schaefer y Sergio Ferrín denunciaron penalmente al juez federal Nº 1 y a uno de sus secretarios, por un presunto beneficio a un sospechoso de narcotráfico. “Todo está bajo la lupa pero hay que aportar pruebas. Hoy se cuestiona todo porque hay una presión mediática tremenda a nivel nacional. En Corrientes se está mezclando lo político por las elecciones a gobernador de este año y hay una turbulencia terrible”, explicó Soto Dávila y señaló que su juzgado llevó adelante importantes causas de narcotráfico.
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Todos detenidos
Cabe recordar que, además de las detenciones de un subcomisario y un sargento de la PFA, fueron apresados un gendarme y tres policías provinciales. El efectivo de la Gendarmería había prestado servicios en Itatí tiempo atrás, y se sospecha que desde su lugar pudo haber facilitado el transporte de sustancias prohibidas al avisar a los delincuentes los días en que se harían operativos de control vehicular.
En tanto, los efectivos de la Policía de Corrientes detenidos también trabajaban en Itatí. Uno de ellos es el comisario del pueblo, quien en julio del año pasado había sido acusado por los vecinos itateños de corrupto luego de un episodio en el que asesinaron a un joven de 23 años de un tiro a quemarropa. Pese a la oposición popular, el jefe policial -de apellido Ocampo Alvarenga- recibió un espaldarazo de la Provincia por medio del ministro de Seguridad, Horacio Ortega, quien lo ratificó en el cargo.
Además del comisario fueron detenidos dos de sus subordinados: el sargento Mario Oscar Molina y la agente Gabriela Natalia Quintana, ambos acusados por el supuesto encubrimiento del transporte de estupefacientes, pero estas tres detenciones no sorprendieron a los vecinos de esa localidad. (DIARIO NORTE y LA NACIÓN)
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