El médico policial que brindó asistencia médica al menor, informó respecto a su estado de salud: “presenta envenenamiento causado por veneno de serpiente, permanece en internación sin peligro de vida y bajo tratamiento”.
Se hace constar que la serpiente había sido capturada muerta por el padre del niño, determinándose con posterioridad que se trataba de una yarará chica, Bothrops neuwiedi, ponzoñosa.