BUENOS AIRES. Con ayuda de la izquierda parlamentarista, el bloque Provincias Unidas que integran los diputados renovadores K, Diego Sartori y Carlos Fernández, junto a tres ausencias increíbles en Juntos por el Cambio, el Frente de Todos revirtió la relación de fuerzas en Diputados que le impidió aprobar el Presupuesto 2022. Y modificó a gusto la reforma al impuesto sobre bienes personales aprobada en el Senado.
Así mantuvo las subas de los mínimos no imponibles, que desgravan a medio millón de contribuyentes, pero agregó un incremento a las alícuotas para patrimonios de más de 100 millones y sostuvo otras para bienes en el exterior que vencían a fin de año, según informó LPO.
La victoria fue con un reñido 127 a 126, suficiente para devolver el proyecto al Senado, que el 29 lo convertiría en ley con el voto del Frente de Todos y sus aliados de Río Negro y Misiones. Más precisamente, gracias a los senadores Alberto Weretilneck y Magdalena Solari Quintana, quien mantiene un bloque unipersonal “misionerista” pero siempre vota con el kirchnerismo. Este miércoles constituirán la comisión de presupuesto para poder sancionar la ley siete días después con mayoría simple.
Estupor en la oposición por las inesperadas ausencias
Los diputados de Juntos no salían de su asombro por la derrota en una sesión que sus referentes convocaron el viernes con respaldo de casi todos los bloques de la oposición. Un día antes, en la sesión, Silvia Lospennato, del PRO, había logrado una mayoría en el recinto para emplazar a la Comisión de Presupuesto a reunirse este mismo martes y tratar la reforma de bienes personales, que el oficialismo del Senado había aprobado y el de Diputados cajoneaba.
Este martes, la comisión se reunió a las 13, el oficialismo presentó un dictamen y una hora después logró imponerlo con lo justo en la sesión. Se suponía que la misma mayoría que había convocado a la sesión iba a unificar una postura, pero esta vez no fue así. “Los 130 que votaron para hacer esta sesión deberían avalar una baja de impuestos, no una suba”, se enfureció Lospennato en el recinto.
Les hablaba a los cinco diputados de Provincias Unidas. Es decir, los dos de Río Negro, los dos renovadores K de Misiones –Carlos Fernández y Diego Sartori– y el diputado de Neuquén, que avalaron emplazar a la comisión para que la reforma saliera del freezer. Pero luego prefirieron el dictamen del Frente de Todos.
La reforma de bienes personales había sido aprobada en el Senado por unanimidad pero estaba cajoneada por pedido de Guzmán. Juntos reunió una mayoría para llamar a la sesión, pero no la repitió en el recinto y perdió la votación. El frente de Todos mantuvo las subas de los pisos para aplicar el impuesto, pero lo subió a 16 mil contribuyentes.
Pero la victoria oficialista sólo fue posible con las tres ausencias de Juntos, por las que ya empezó un pase de facturas. Hubo dos licencias: Álvaro González, del PRO y Gabriela Brouwer de Koning de Evolución radical. Si estaban, el oficialismo perdía. Además, la macrista Camila Crescimbeni dio positivo al test de Covid-19 y no pudo entrar al recinto.
Los cambios propuestos por el oficialismo
*Mantener la suba del mínimo no imponible de $2 millones a $6 millones y a $30 millones para inmuebles destinados a casa-habitación del contribuyente, como estaba previsto en el proyecto aprobado en octubre pasado por el Senado. Los montos se ajustarán anualmente por la inflación (IPC) correspondiente a octubre del año anterior al del ajuste respecto al mismo mes del año anterior.
*Incrementar la alícuota máxima para bienes en el país de 1,25% a 1,5% para el caso de patrimonios mayores a los $100 millones. Según detalló el diputado Carlos Heller, este incremento abarcaría a unos 16.000 contribuyentes.
*Aumentar la alícuota para bienes en el país a 1,75% para patrimonios mayores a los $300 millones.
*Incrementar la alícuota máxima para bienes en el exterior. En el caso de patrimonios mayores a $18 millones, será de 2,25%.
Cómo se aplica el impuesto que no tomaba en cuenta la inflación
El Impuesto a los Bienes Personales se aplica sobre los bienes, en el país y en el exterior, al 31 de diciembre de cada año. Cuando la valuación total de los bienes supera los $2 millones, hay que inscribirse en el impuesto y presentar una declaración jurada.
Están exentos los inmuebles destinados a vivienda familiar (casa-habitación) con una valuación inferior a $18 millones, los depósitos (en pesos y dólares) en cajas de ahorros y en plazo fijo y los títulos y bonos locales.
Como los mínimos actuales están fijos desde 2019, no contemplan la inflación. Cuando se estableció el mínimo de $2 millones este monto representaba aproximadamente 20.000 dólares (porque se toma el tipo de cambio oficial para valuarlos en pesos). Hoy son apenas 10.000 dólares.
