“Estamos en Porto Alegre, en Rio Grande Do Sul, en un hostel totalmente bajo agua”, expresó Sánchez, describiendo la escena desoladora que enfrentan él y otros residentes en una entrevista con Radio Social Club.

“Estamos quedándonos en un segundo piso y con posibilidad de subir al tercero”, añadió, destacando la necesidad de encontrar refugio en pisos superiores debido al aumento del nivel del agua.

Sin embargo, la tragedia se ve agravada por actos de delincuencia. Sánchez lamentó: “Hay gente que se está tomando malas atribuciones. Entra a los edificios a robar”, lo que agrega un componente de peligro y angustia a una situación ya desesperada.

La magnitud de la crisis es evidente en la ciudad cercana al río Guibá, donde el agua ha aumentado considerablemente. “Tenemos dos metros de agua y sigue aumentando”, reveló.

“La situación es crítica, no teníamos noción de que esto podía suponer”, expresó con pesar. Lamentablemente, en la localidad de Canoas, el río se cobró vidas, con informes de personas fallecidas, incluidos bebés, encontrados flotando en el agua.

En medio de la adversidad, Sánchez y otros residentes se enfrentan a condiciones extremas en su edificio. “Somos cuatro personas con comida, agua y sin electricidad”, compartió. Sin embargo, destacó un rayo de esperanza en forma de una persona del ámbito de la salud que ha sido capaz de cargar los teléfonos celulares hasta donde el agua no ha llegado, permitiéndoles mantenerse en contacto con el exterior.