Por medio de su cuenta de Twitter la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), se solidarizó con el reconocido fotógrafo de El Territorio, Sixto Fariña, quien sufrió la sustracción de su cámara fotográfica por parte de las autoridades del parque Nacional Iguazú.
“Adepa se solidariza con el reportero gráfico Sixto Fariña, del medio @TerritorioD, a quien le fue secuestrado su equipo fotográfico y borradas sus imágenes el viernes pasado en el Parque Nacional Iguazú”, fueron las primeras líneas escritas por la entidad.
“Los guardaparques alegaron que Fariña no había solicitado ‘autorización’, aludiendo a una normativa vigente que prohíbe tomar imágenes en determinadas zonas del Parque Nacional sin permiso”; continuó.
En ese sentido agregó “pero en una evidente extralimitación le secuestraron el equipo y recién a las 48 horas se lo restituyeron, luego de borrarle la tarjeta de memoria, incluyendo material de trabajo que el reportero había tomado para su medio”.
“Es cuestionable el accionar de los funcionarios, que sin orden judicial alguna, borraron el material y le quitaron durante dos días el equipo de trabajo al fotoperiodista”, cerró el duro comunicado de Adepa sobre el incidente que puso de relieve un conflicto por el usufructo de las Cataratas del Iguazú, un Patrimonio de la Humanidad.
Violencia contra un periodista gráfico en las Cataratas
Cabe recordar que Fariña, el pasado viernes sufrió las autoritarias y violentas acciones de la administración del Parque por estar de paseo con su familia y decidir sacar unas fotos con su equipo profesional. Los guardaparques lo abordaron, lo quisieron obligar a borrar las fotos que tomó en su visita y hasta le secuestraron la cámara fotográfica. Es decir, le quitaron su herramienta de trabajo, en la que además había fotos privadas.
Luego de 48 horas de incertidumbre y ante el enorme rechazo de la sociedad, en el mediodía de este domingo las autoridades de Parques Nacionales devolvieron la cámara de fotos y las memorias al reconocido fotógrafo. Pero Fariña se encontró, al revisar sus memorias, que había sido borrado todo el material. Una acción completamente ilegal en la que incurrieron funcionarios de Parques Nacionales.
