BUENOS AIRES. La jueza federal con competencia electoral María Romilda Servini debió ser internada en el Sanatorio Otamendi de la Ciudad de Buenos Aires tras el agravamiento de su cuadro de coronavirus, informaron fuentes de su entorno.
De 84 años, la magistrada federal con competencia electoral, ingresó en la tarde del miércoles al sanatorio en ambulancia y quedó internada. Le detectaron que tenía baja saturación de oxígeno en sangre, según indicaron las fuentes consultadas por Télam.
La jueza había recibido la primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V a principios de marzo. Según el calendario de vacunación, debía recibir la segunda dosis el 26 del mes pasado. Pero el gobierno nacional canceló su turno a través de la disposición de ese mismo día, que ordena diferir 120 días la aplicación de la segunda dosis.
Así, de acuerdo con La Voz, la semana pasada se confirmó que estaba contagiada de coronavirus. Los síntomas se fueron agravando con el correr de los días. Cabe remarcar que Servini sufre un cuadro leve de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva y Crónica) por ser fumadora pasiva. Es decir, es una paciente con comorbilidades, por la edad y por el EPOC.
Servini se contagió luego de que cuatro empleados del juzgado dieran positivo. En comunicación con Infobae, contó que “es muy difícil trabajar de manera remota en el juzgado penal. En el electoral es más fácil. Tengo que estar, tengo que hablar con los empleados. No se puede hacer de otra manera. Voy dos días por semana. Y los otros días tomo audiencias por Zoom que se pueden hacer sin problemas”, sostuvo.
La conocida jueza es oriunda de la localidad bonaerense de San Nicolás. Desde los años ’80 ejerce como magistrada del fuero federal, donde tuvo a su cargo causas de gran relevancia como el “Yomagate”. También investigó la represión ejercida por el Gobierno de Fernando De La Rúa en 2001.
En la actualidad, instruye en causas como los crímenes cometidos por el Franquismo en España. Y también la investigación por las presuntas presiones que el gobierno de Mauricio Macri habría ejercido sobre el grupo Indalo propiedad del empresario K, Cristóbal López.
Pero en términos electorales, el rol de Servini es clave. Es que, desde 1991 Servini es la encargada de organizar y controlar los procesos electorales nacionales en la Capital. Antes de contagiarse de coronavirus había pedido que fueran vacunados los empleados encargados de la organización de la votación, a quienes llama “los urneros”.
