
Este jueves, la vicepresidenta realizó una aparición pública por primera vez desde el intento de disparo, el pasado 1 septiembre, cuando Fernando Sabag Montiel le apuntó con una pistola a la cabeza.
Además, reveló que el papa Francisco la llamó un día después de lo sucedido, para decirle que “los actos de odio y de violencia son precedidos por palabras de odio y violencia”.
Por otra parte, aclaró que no estuvo el pasado sábado en la Basílica de Luján “para no entorpecer un momento muy especial”.
Sobre el final, Cristina lloró por la situación y parafraseó al Papa Francisco: “Por favor recen mucho, mucho por mí. Pero recen mucho, porque lo necesito”.