[vc_row][vc_column][vc_column_text]Aseguró en diálogo con Misiones Cuatro, Pablo Sebastián Achingo, hijo del sindicalista asesinado. “Es una banda que evidentemente estaba organizada, sabían lo que hacían, pero en esta oportunidad se les fue de las manos”, añadió.[/vc_column_text][vc_single_image image=”110968″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]POSADAS. Pablo Sebastián Achingo, hijo del secretario adjunto del Centro de Empleados de Comercio asesinado la semana pasada en Posadas, destacó en Misiones Cuatro el accionar de la Justicia en la investigación tras la detención de los cinco acusados. “Se desbarató una banda que metía mucho miedo en la ciudad de Posadas. Le tocó a mi papá, pero tranquilamente podría haberle pasado a cualquiera. Es una banda que evidentemente estaba organizada, en los allanamientos encontraron cédulas y llaves de autos, armas de guerra, municiones, teléfonos celulares. Se nota que es una banda que llevaba mucho tiempo trabajando en la ciudad, sabían lo que hacía y que en esta oportunidad evidentemente se les fue de las manos”, precisó.
Al mismo tiempo, reveló que su padre se encontraba haciendo algunos movimientos de dinero, detalle que la familia vinculó con este drástico final pensando en un atraco no azaroso, “Tenía planes de cambiar el auto, de terminar su casa. No sé si tenía o no, pero estaba con muchos proyectos. Lo primero que se me cruzó por la cabeza es que alguien sabía todo esto”, expresó.
Respecto a la saña con la que fue atacado Achingo, su hijo aseguró: “Conociéndolo, se habrá querido defender. Una sola persona no lo iba a parar, quizás esa era la única forma”. Y sobre el avance del caso, aseguró que confía en que el caso fue esclarecido, “Creo que entre los cinco imputados están los que cometieron este crimen. No sé la culpabilidad de cada uno, pero eso se estuvo determinando ayer”, indicó.[/vc_column_text][vc_column_text]“Ese martes almorzamos todos juntos”
Sobre la última vez que vio a su padre, Pablo Achingo contó que tenían una rutina, “Yo no vivo con ellos, pero todos los martes, miércoles y jueves él retiraba a mi hija en la escuela y la llevaba a su casa a almorzar. Ese martes salí de trabajar fui directamente a su casa, no sé por qué él se encargó del almuerzo y por primera vez en mucho tiempo almorzamos todos juntos, pasamos un mediodía en familia”, contó. Cerca de las 22 horas intercambiaron los últimos mensajes de texto.
Las últimas horas
Pablo contó que como todos los martes y jueves, su padre fue a jugar al fútbol, al terminar llevó a uno de sus amigos más cercanos hasta su casa, “Lo único que nos comentó fue que lo acercó a su casa y ese fue el último contacto que tuvo con él, cerca de las 1.30 de la mañana”, señaló.
Sobre el contacto con la trabajadora sexual que habría oficiado como ‘entregadora’ y los trascendidos que suelen afectar a los familiares en casos similares, el joven afirmó: “Lo que piensa la gente no se puede callar, se van a decir miles de cosas, lo que menos nos interesa es saber qué hizo esa noche. Lo queremos recordar cómo era como padre, padrino, tío o como persona”.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row]
