“Creo que, a nivel de la comunidad, estamos evolucionando de a poco con las cuestiones de aprendizaje para conducirnos en la vía pública”, comentó, enfatizando la importancia de la educación adecuada en este ámbito. “Es totalmente diferente un conductor nuevo que se incorpora a la transitabilidad de Posadas, que fue instruido en una autoescuela donde enseñamos a conducir”.

Tamis señala que cada semana, entre 10 y 15 personas completan el curso de formación vial y obtienen sus licencias. “El curso consta de 5 clases, cada una con un costo de 20 mil pesos”, explica, destacando el enfoque combinado de práctica y teoría en la formación de conductores.

El técnico en seguridad vial también hace hincapié en la necesidad de utilizar vehículos equipados con doble comando durante las lecciones prácticas. “Yo no me animo a enseñar a conducir en un vehículo sin doble comando”, afirma, subrayando la importancia de la seguridad tanto para el estudiante como para el instructor.

En comparación con otras regiones del mundo, Tamis comenta que en algunos países es obligatorio que los aspirantes a obtener el permiso de conducir pasen por una autoescuela. “En Posadas, estamos entrando de a poco a la cultura de aprender a conducir correctamente en la academia”, comenta, refiriéndose al progreso gradual hacia prácticas más estructuradas y seguras en la enseñanza de la conducción.

“Nos abocamos a la práctica, pero tiene un soporte teórico sólido”, concluye Tamis, resaltando la importancia de equilibrar la experiencia práctica con el conocimiento teórico en la formación de conductores.