Amproe reveló que hay 3 mil familias y 400 empresas en crisis porque no les permiten trabajar
POSADAS. Gastón Jilek, el titular de la Asociación Misionera de Proveedores y Organizadores de Eventos (Amproe), advirtió que cerca de 3 mil familias y 400 empresas corren riesgo de perder su fuente laboral por la decisión del gobierno provincial de mantener prohibidas las reuniones sociales y no aprobar un protocolo sanitario para el retorno a la actividad.
Según confió Jilek, en diálogo con MisionesCuatro este viernes, ya hay 36 salones de eventos cerrados. De los cuales “22 que no saben si van a regresar”, comentó y añadió: “Están pensando en vender o cambiar de rubros”.
“A los peloteros, para los que logramos la habilitación en diciembre, para 20 personas, no les es rentable. En ese transcurso de casi un año, ellos sufrieron 58 pérdidas de propietarios. Las empresas de catering han sufrido un montón. Han tenido que desmantelar y reinventarse en un momento muy complicado, inmersos en una crisis económica”, precisó Jilek.
Asimismo, el referente de Amproe dijo que al menos 20 empresas de sonido e iluminación, “han cerrado y vendido sus equipos. Los que quedamos tenemos unos costos altísimos de alquileres, seguros, oficinas, personal técnico. Y sin ayuda por parte del Estado nacional. La provincia ha facilitado un montón de herramientas, y otra cosa es el Estado nacional”, puntualizó Jilek, añadiendo que presentaron un proyecto de emergencia económica para el sector, que quedó estancado en la Cámara baja de Diputados, donde el oficialismo tiene mayoría.
Según Jilek, uno de los problemas que tienen en el sector, es la falta de habilitaciones con protocolos sanitarios. “Sólo se habilitaron en Mendoza, Córdoba y algunas partes de Tucumán. Con un protocolo presentado por Amproe”, dijo el empresario.
En cuanto a los motivos por los que no pueden volver a la actividad en Misiones, Jilek consideró que es algo inexplicable. “Entramos en la otra pandemia, de las fiestas clandestinas. Por qué no apuntalar el sector de los eventos seguros, donde tenemos trazabilidad de todos los que ingresan y egresan, donde se pagan impuestos, está todos medianamente controlado. Hay miles de salones habilitados y hasta clubes sociales”, puntualizó Jilek.
Al respecto, Jilek planteó: “¿No será que es más redituable con los laboratorios, que siga habiendo enfermos e infectados, a regular la actividad?”
Para el titular de Amproe, “las burbujas sanitarias han funcionado en un montón de lugares y han controlado las fiestas clandestinas. Acá todo eso está liberado. Y la clandestinidad se profesionalizó”, sostuvo Jilek.
En el tramo final de la entrevista, Jilek insistió en que “todas las semanas vemos que desbordan los eventos clandestinos. Y de esa forma, el Ministerio de Salud no va a poder atacar todos los frentes para evitar contagios de coronavirus”, manifestó.
De acuerdo con Jilek, entre recepciones, casamientos y otros eventos, hubo 2.800 eventos suspendidos en 2020. El 14 de febrero de 2020, hubo 124 casamientos en un solo día, en el Registro Civil. Hubo 573 recepciones suspendidas. Además, más de mil cumpleaños de 15 se suspendieron. Hoy son más de 3 mil familias, que dependen directa o indirectamente de la actividad. Y más de 400 empresas están nucleadas en Amproe”, graficó.
“Tratamos de acompañar las políticas del Estado, porque lo primero es la salud. Pero pasaron 365 días. Así como se asiste a una persona de la tercera edad que fue al Polideportivo Finito Gehrmann, cómo, desde junio del año pasado, hasta febrero de este año, ¿no pudimos armar un protocolo específico? El Estado no puede echarle la culpa a un solo sector”, sentenció Jilek sobre los aumentos de casos de coronavirus, que se están dando con los eventos cerrados.
