[vc_row][vc_column][vc_column_text]En la mañana de ayer martes, se realizó en la ciudad de Oberá la segunda reunión de la Mesa Nacional del Té. El encuentro fue convocado por el Ministerio de Producción de la Nación, con el objetivo de coordinar acciones con el estado provincial y el estado comunal para “potenciar el desarrollo de la actividad tealera”.[/vc_column_text][vc_media_grid element_width=”6″ grid_id=”vc_gid:1520417476960-0dee6431-d6ae-9″ include=”161819,161818″][vc_column_text]OBERÁ (Walter Anestiades para www.misionescuatro.com ) Se reunieron en la sede del Consejo Profesional de Ciencias Económicas y estuvieron presentes, entre muchos otros, Fernando Premoli, secretario de Integración Productiva del ministerio nacional, y Emilio Juritsch, director de Desarrollo Económico y Vinculación Estratégica de la municipalidad de Oberá.
Se había anunciado la presencia de Francisco Cabrera, el ministro de producción, pero no fue. Sí estuvo su segundo, Ignacio Pérez Riba, jefe de gabinete del ministerio que encabeza Cabrera. Tras el encuentro en Oberá, Pérez Riba visitó una fábrica tealera en Campo Viera.
La reunión, un concierto de expresiones retóricas que descansaron en el potencial nunca alcanzado de la actividad tealera, no avanzó un centímetro en el problema estructural del sector: el incumplimiento por parte de la industria de los precios que se regulan, con un estado que cumple el mero papel de observador neutral sin aplicar el poder de policía que tiene para que el pequeño y mediano productor de té perciba el precio acordado y prosiga como corresponde en la actividad.
Desde el 1º de marzo el precio de la materia prima pasó a ser $1,93 el brote de té puesto en secadero, y de $13,72, la rama. Como en un deja vu, en cada cosecha los productores señalan primero su disconformidad con el precio pautado. Luego, denuncian que les pagan mucho menos. Este año se escuchará lo mismo.
En ese contexto se hacen reuniones de la Mesa Nacional del Té para pensar en cómo darle valor agregado al producto. Incluso se habló de “ayudar al pequeño productor” para que pueda aportar una materia prima de mejor calidad. ¿Y el cumplimiento de los precios?
Cuando los intereses de un sector son dejados de lado pero se postula lo contrario, cualquier convite deriva en la legendaria sanata que nos enseñó Fidel Pintos. Claro, la de Fidel era muy divertida.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row]
