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En Misiones hacen viviendas con paneles de aserrín

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La fábrica Simacon de Montecarlo pertenece a los Cordes. Fue distinguida por los Ministerios de Producción y de Medio Ambiente de la Nación y seleccionada por el Programa de Desarrollo Sustentable.

En Misiones hacen viviendas con paneles de aserrín

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La fábrica Simacon de Montecarlo pertenece a los Cordes. Fue distinguida  por los Ministerios de Producción y de Medio Ambiente de la Nación y seleccionada por el Programa de Desarrollo Sustentable.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”97034″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Hace siete años, una familia de origen austríaco radicada en la el Alto Paraná misionero, impulsó la producción ecológica de módulos de encofrado tipo ICF (madera y hormigón), destinado a tabiques portantes, insumo utilizable en la construcción de viviendas.

El método tiene antecedentes en Europa y ahora se apunta a reforzar su colocación en escala en el mercado argentino. En tal sentido, los Cordes montaron una Pyme de nombre Simacon apostando a la elaboración de tableros en base a biomasa (aserrín proveniente de industrias madereras de la zona), logrando un producto completo, homogéneo y renovable. Ahorra energía y las casas disponen de aislamiento acústico, a precios muy por debajo de aquellas erigidas con materiales tradicionales.

Detalles

Para producir los bloques utilizan el aserrín de pino mezclándolo con aglutinante ceméntico . La experiencia indica que se logra mayor rapidez al no necesitar columnas ni vigas en su armado; ni tampoco mezcla de unión según declaró el empresario a El Territorio y a La Voz de Misiones..

Asimismo, evita revoque grueso porque cumple con las funciones de aislación y nivelación. Solo cuatro bloques hacen un metro cuadrado, que sería a igual suma de 20 ladrillos huecos o 124 ladrillos comunes. Los tableros son livianos y su precio por metro cuadrado es de 388 pesos.

“La demanda va en aumento, seguramente por la sustentabilidad de este material y porque es barato. Reduce ser un sistema modular logrando precisamente bajar costos –destacó- bajando casi a la mitad para ejecutar una edificación similar, con una eficiencia térmica y estructural mejores. Ahora apuntamos a la venta al público al por menor, en obras específicas que tenga visibilidad, con miras a que el mercado conozca mejor el material producido”, finalizó Darío Cordes.

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