Según Villamea, el aumento se aplicó en dos tramos, lo que resultó en un aumento total del 150%. Esto significa que el costo del boleto ha pasado de 350 pesos a 700 pesos, aunque para aquellos que utilizan la aplicación móvil, el precio es ligeramente más bajo, alcanzando los 650 pesos.

La medida generó descontento entre los usuarios, especialmente aquellos que dependen del transporte público para ir al trabajo y deben realizar múltiples viajes diarios. Algunos de ellos se ven obligados a pagar 700 pesos al día por cuatro veces, lo que representa una carga financiera considerable.

El concejo deliberante de Oberá, conformado por nueve ediles, fue el encargado de aprobar este aumento. Con una mayoría de seis ediles de la Renovación y tres de la oposición que votaron en contra, el oficialismo argumentó que el incremento es necesario debido a la inflación y otras variables relacionadas con el transporte.

Sin embargo, la oposición y una parte de los usuarios cuestionan la calidad del servicio ofrecido por la empresa prestataria. Se mencionó que muchas unidades son deficientes y que la empresa no es sometida a un análisis exhaustivo.

El aumento del boleto urbano en Oberá no solo generó debate en el concejo deliberante, sino que también suscitó preocupaciones entre los usuarios, quienes esperan que se aborde la calidad del servicio junto con el aumento de tarifas.