“La primera quincena fue poca satisfactoria sin grandes porcentajes, pero con gente”, señaló, describiendo la presencia constante de visitantes, aunque con cifras menos destacadas. Al respecto de la segunda quincena, expresó que “no hay mucho recambio. Es más tranquila y no tenemos reservas adelantadas, son muy pocas”.

Rivero destacó un aspecto positivo al comparar el presente con el año anterior: “Mejoró bastante, sobre todo con la visita de brasileños”. Este aumento en la llegada de turistas brasileños ha contribuido a una dinamización del sector, proporcionando un respiro económico.

No obstante, el recepcionista señaló que el hotel experimentó un aumento en sus costos, alineándose con la tendencia general de incremento en la región. “El turista se pone gasolero y no para tantos días”, afirmó, indicando una tendencia hacia estancias más cortas y un enfoque más cuidadoso en el gasto.

En cuanto a los valores, explicó que experimentaron un aumento del 40 al 50% en total, distribuido de manera escalonada desde el año pasado hasta ahora. Esta escalada en los costos podría ser un factor que influya en la elección de los turistas en términos de duración de su estadía.

Mirando hacia el futuro, Rivero expresó optimismo para febrero: “Esperamos una estabilidad y que la gente pueda programar las vacaciones”.