Por este motivo, los edulcorantes artificiales se consideraron, durante un tiempo, como sustitutos saludables para endulzar bebidas, postre y comidas.
Sin embargo, estos reemplazos, como la sacarina, la sucralosa o el aspartamo, también conllevan efectos negativos. En especial, sobre el control de peso, la salud cardiovascular y la posibilidad de desarrollar diabetes.
Por este motivo, presentamos algunos de los sustitutos naturales del azúcar que, además de ser más saludables, son más nutritivos.
-Azúcar de coco, IG 35
Proviene de la palmera cocotera y es tradicional en la cocina oriental, sobre todo en Indonesia, donde se lo conoce como gula jawa. Este producto, que incluye 392 calorías por cada porción de 100 gramos, tiene un sabor acaramelado, además de contener vitaminas, minerales y aminoácidos.
Se consigue en tiendas naturistas y su consistencia es similar a la del azúcar morena, por lo que puede agregarse con cuchara a diferentes infusiones. Su valor de carbohidratos o azúcares es de casi 90 %, destacando su elevando contenido en sacarosa (79 %).
–Sirope de algarroba, IG 15
Se suele utilizar para elaborar una harina semejante al cacao, a partir de sus frutos oscuros. El sirope o jarabe extraído del mismo también es ideal para incorporar en batidos e infusiones.
Es posible conseguirlo en tiendas web. Con 232 calorías por cada 100 gramos, es uno de los mejores reemplazos del azúcar de origen natural al contener además vitaminas, fibra y un bajo índice glucémico.
Se presenta en frascos de jarabe y una cucharada equivale a cuatro gramos de azúcar.
Melaza de cereales, IG 25-43
Se logra a partir de una antigua técnica japonesa, mediante la fermentación de diferentes cereales, como arroz, trigo, maíz o cebada. Se obtiene un jarabe oscuro y transparente con fuerte sabor dulce.
¿Por qué el edulcorante no es un buen reemplazo del azúcar?
Un estudio reciente señala que los edulcorantes artificiales tienen efectos negativos sobre el control de peso, la salud cardiovascular y la posibilidad de desarrollar diabetes. Por tal motivo, no pueden considerarse como reemplazos saludables del azúcar.
La investigación, publicada por el Hospital Universitario de Jaén, explicó que dicho uso incrementa el riesgo de hipertensión, desarrollo de obesidad y afectan la microbiota intestinal.
Como acciones más saludables para reemplazar el azúcar, es posible aumentar la ingesta de frutas, verduras y alimentos de origen vegetal.