Salud

Consumo de sal: uno de cada dos argentinos tiene hipertensión arterial

cargando anuncio

Desde el lunes 14 hasta el 20 de marzo se conmemora la “Semana Mundial de sensibilización sobre el uso de la sal” que tiene como objetivo, mediante varias actividades, promover la implementación de acciones para reducir su consumo en la población y proteger la salud cardiovascular.

Consumo de sal: uno de cada dos argentinos tiene hipertensión arterial

Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), elaborada por el Ministerio de Salud y el INDEC, uno de cada dos argentinos tiene hipertensión arterial, siendo uno de los principales factores de riesgo de esta enfermedad: el consumo excesivo de sal.

Además, el exceso de consumo también puede asociarse, en forma indirecta, a patologías como litiasis renal, osteoporosis, obesidad e, incluso, cáncer de estómago.

La ENFR proporciona información válida, confiable y oportuna sobre factores de riesgo –como consumo de tabaco, alcohol, alimentación, actividad física, entre otros–, procesos de atención en el sistema de salud y principales enfermedades no transmisibles (ENT) en la población argentina.

Según este estudio, el 46,6% de los encuestados tienen hipertensión arterial y constituye el principal factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como infartos, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales. 

Elevado consumo

Según datos proporcionados por el Ministerio de Salud Nacional, en la Argentina, el consumo de sal por persona ronda los 12 gramos diarios.

 Se estima que el consumo de sal de mesa, ya sea para cocinar o agregar a las comidas una vez servida, representa alrededor del 15% del total de la ingesta diaria de sal.

En tanto, la mayor parte del consumo, entre el 65% y el 70%, proviene de los alimentos procesados o industrializados, incluso presente en alimentos que pueden no tener sabor salado, como panes, galletitas dulces, copos de cereal, lácteos y conservas.

Una ingesta diaria de sal de entre 0,4 y 0,5 gramos es suficiente para garantizar las funciones orgánicas de una persona adulta y esta cantidad se alcanza sin dificultad a mediante el consumo de alimentos naturales, es decir, no es necesario adicionar alimentos salados a la dieta ni ningún tipo de sal a las comidas para alcanzar esta recomendación, mientras que para disminuir o evitar el consumo de sal es indispensable disminuir al máximo la compra de productos ultraprocesados.

Comentarios