Cada 13 de diciembre se celebra el Día del Óptico en Argentina. La fecha fue elegida, en 1952, por la Asociación de Ópticos y Técnicos de la Provincia de Buenos Aires (ADOT), debido a que coincide con el día de Santa Lucía, protectora de la vista.

El óptico y optometrista se dedica al estudio y cuidado de la salud visual. Entre sus competencias, se destaca el diagnóstico y medición de anomalías, la creación de gafas y lentes de contacto. También el estudio, diseño y la fabricación de piezas ópticas y prótesis audiológicas.

En ese contexto, quien recordó el surgimiento del Colegio de Ópticos de la provincia fue su actual presidenta Celsa González en una entrevista brindada al móvil de MisionesCuatro. “Hoy estamos conmemorando los 40 años de la creación del colegio, se creó en el año 1983 gracias a unos profesionales que se juntaron y empezaron a luchar para que esta profesión sea realmente, para que defienda la salud visual”, explicó.

Asimismo, recordó a la población la importancia de acudir a las ópticas para acceder a anteojos recetados: “siempre recomendamos a todos los clientes y a la sociedad en sí, que se acerquen a las ópticas para consumir el anteojo, ya sea de sol y de receta”.

“A veces surge que algunos pacientes, algunos clientes nuestros no tienen la misma graduación en ambos ojos. Algunos son miopes, otras tienen hipermetropía, eso significa que tienen graduaciones a veces un poco altas y solamente en ópticas pueden encontrar esos tipos de anteojos. Es importante resaltar porque hay mucha gente que a veces, por economizar un poco más, se acercan a un showroom, que no es lo mismo la calidad de esos anteojos a lo que nosotros ofrecemos”, explicó González.

En esa línea, señaló que esto trae como consecuencia: “conjuntivitis, glaucoma, cataratas, que con el tiempo eso le va afectando más la visión”.

“Incluso los anteojos de sol, que también en esta temporada es importante recalcar porque estamos en una temporada alta y se necesitan las gafas de sol para salir y se acercan a los showroom o los anteojos que venden en la calle y esos no son cristales, son acrílicos y eso lo que hace es dilatar más la pupila”, precisó González.

 En ese sentido, solicitó que “la gente tome conciencia, cuide su salud visual, porque en el momento no lo va a sentir, pero con el tiempo sí”.

Por último, ante la consulta si algunos productos están sujetos al precio del dólar, respondió: “la mayoría sí, porque son productos que vienen de afuera, especialmente algunos cristales que son de alta graduación, porque son cristales especiales, estamos hablando de una línea de anti-age, amplitud, algunos fotocromáticos, multifocales, pero tratamos siempre de poder acompañar también al cliente para que puedan llevarse un buen anteojo”, concluyó González.