SANTIAGO DEL ESTERO. Un matrimonio de enfermeros robó cientos de vacunas contra el coronavirus para armar un vacunatorio clandestino. La policía allanó el lugar, detuvo a la pareja e incautó 283 dosis de distintas vacunas, en su gran mayoría la Sputnik-V.
El recuento semanal ordenado por el Ministerio de Salud de Santiago del Estero fue clave para confirmar el faltante de casi 300 dosis de vacunas contra el coronavirus.
Los detenidos fueron identificados como Dante Daniel Díaz, de 42 años, enfermero y empleado del Ministerio de Salud provincial, y su pareja María Angélica Coronel, educadora sanitaria, que desempeñaba tareas en el call center 107.
Al parecer el enfermero, quien contaba con acceso al depósito de vacunas, venía realizando un trabajo de “robo hormiga”, de poca cantidad de dosis, las cuales las aplicaba junto a su esposa, en su vivienda del Barrio San Germes, al sur de la capital santiagueña, a cambio de la suma de 20 mil y 30 mil pesos por cada dosis.
Sin embargo, el robo grande se consumó días atrás, cundo Díaz, mintió al personal del Ejército Argentino que custodia el ultrafreezer, que fue instalado en el Ministerio de Salud provincial, que tenía que reingresar un lote de vacunas que habían sido devueltas.
Allí, confiado en que en ese lugar las cámaras no funcionaban, colocó una caja y cerró sin accionar la llave. Al irse la guardia abrió la puerta, sacó la caja y la lleno de vacunas. Seguidamente buscó los refrigerantes, puso todo en una mochila y se retiró. Todo este accionar quedó registrado en las cámaras a las que accedieron los investigadores.
Con todos estos elementos y luego de dar la información a las más altas autoridades provinciales, la Jefa de Inmunización, Florencia Coronel, realizó la denuncia, aportó las grabaciones y rápidamente se ordenó la detención del matrimonio de enfermeros, ordenando, al mismo tiempo, varios allanamientos en distintas viviendas de la capital santiagueña que permitieron recuperar las vacunas.
De esta manera y tras los allanamientos de la vivienda del complejo habitacional San Germes se encontraron 268 dosis de vacunas Sputnik-V, 14 dosis de vacunas Sinopharm y 1 dosis de vacuna Covishield.
Además, se secuestraron 510 dosis de diferentes vacunas que no serían contra el coronavirus y las que Díaz tenía acceso por ser empleado del área de Inmunización del Ministerio. Todas las dosis fueron trasladadas por personal del Ejército Argentino bajo estrictos protocoles de no interrupción de cadena de frío y ya están nuevamente en el Ministerio de Salud.
Pero en el lugar no solamente se encontraron vacunas robadas, ya que también fueron secuestrados un arma de fuego, tipo revólver, numerosos insumos de enfermería como jeringas, agujas, guantes descartables, barbijos, bolsas de residuos patógenos, libretas sanitarias de vacunación antiCovid-19 en gran cantidad, cremas para la piel, cánulas de oxígeno y distintos tipos de documentación.
Además, en el operativo se secuestro de 734.500 pesos en efectivo, el cual se presume es parte de lo abonado por quienes pagaron por estas vacunas. Desde la investigación, impulsada por la Fiscal Erika Leguizamón, aseguran que “una vez que se determine la identidad de quienes fueron inoculados se procederá a su detención”, con lo cual este caso puede tener derivaciones insospechadas.
La caratula de la causa es “Hurto Agravado y Adulteración de Sustancias en perjuicio del Estado Provincial”.
