El equipo científico, formado por investigadores de la Universidad de Cambridge y del British Antarctic Survey, combinó datos de satélite y observaciones sobre el terreno efectuadas durante dos veranos en la Antártida.
Las conclusiones fueron publicadas en en Nature Communications.
Para este estudio, el equipo ha usado imágenes del satélite Sentinel 2 de la Agencia Espacial Europea tomadas entre 2017 y 2019 y se combinaron con mediciones hechas en la Bahía Ryder de la isla de Adelaida y en la Península de Fildes, de la isla Rey Jorge.