Tapabocas, aulas burbuja, kits de higiene, distanciamiento. Tras casi cinco meses sin clases presenciales en todo el país, la “nueva normalidad educativa” tendrá su debut este lunes y será con tonada cuyana. San Juan abrirá las escuelas para casi 10.500 alumnos de los últimos grados y se convertirá así en un test clave para el resto de las provincias, atadas a los vaivenes de una curva de contagios que obligó incluso a varios gobernadores en Fase 5 a dilatar la fecha para un retorno a las aulas.
Será un 10-A histórico precisamente en el enclave natal de Domingo Faustino Sarmiento, que anotó en lo que va de la pandemia la virtud de contar en su historial con sólo 23 casos confirmados de coronavirus (18 ya recuperados), el número más bajo de Argentina.
El regreso estará ajustado a un estricto protocolo sanitario y no será generalizado: alcanzará a estudiantes de los últimos grados de los niveles primario, secundario, de educación superior y de formación laboral, en 250 escuelas de 14 de los 19 departamentos de la provincia, en zonas rurales y sin coronavirus (excluye al Gran San Juan, de mayor densidad demográfica).
El retorno tampoco tendrá carácter obligatorio, a partir de los temores que cruzan a la comunidad educativa. En el Gobierno sanjuanino propician la presencialidad pero -dijeron- serán “respetuosos de la decisión voluntaria de los padres”, por lo que habrá un andamiaje de enseñanza remota para quienes dilaten el regreso.
En los hechos será el debut del protocolo de seguridad sanitaria que el Ministerio de Educación, de Nicolás Trotta, consensuó con las provincias, y que luego cada gobernador puede profundizar.
El acto central será a las 9 en la Escuela 12 de Agosto, en Pocito, y estará encabezado por los dos protagonistas políticos de la jornada: el peronista Sergio Uñac y, desde el Palacio Sarmiento, Trotta. Este domingo ambos analizaron el escenario en una videoconferencia a la que asistió además el ministro de Educación local, Felipe de los Ríos.
“Asumimos el desafío del regreso físico a la escuela con una gran responsabilidad. Somos conscientes de la enorme trascendencia de este paso que estamos dando después de casi 5 meses de la suspensión de las clases presenciales”, afirmó Trotta. Uñac se expresó en esa línea. “Estamos siendo muy responsables y extremando todos los cuidados, teniendo en cuenta y monitoreando en forma constante la situación epidemiológica”,dijo por su parte el mandatario, además de enfatizar que “la educación es uno de los pilares más importantes en el desarrollo de las sociedades y personas”. “Es nuestra obligación que las condiciones estén dadas para ello”, recalcó.
Antes, la secretaria de Acceso a la Salud nacional, Carla Vizzotti, había hablado de “un pequeño gran paso para poder seguir avanzando en retomar actividades”. “Va a ser fundamental compartir las lecciones aprendidas de San Juan”, dijo.
- La reapertura mixturará la presencialidad con la educación a distancia (a través del portal provincial “Nuestra Aula en Línea), para permitir la asistencia alternada a las aulas de grupos de no más de 15 alumnos, que podrán respetar allí el distanciamiento de 1,5 metros, y también en recreos (de al menos 2 metros, sin intercambio de objetos). En rigor, si el número de alumnos es bajo, irán de lunes a viernes. Si no, asistirán de manera intercalada (un grupo, con educación a distancia).
- Habrá toma de la temperatura al ingreso, y cada alumno recibirá un morral de tela vegetal con alcohol en gel, tapaboca, jabón líquido y toalla personal. Y cada docente, una máscara de acetato desinfectada y elementos de higiene.
- Las aulas adoptarán la modalidad de “burbuja”, con grupos de dos a cuatro alumnos en bancos mirando hacia el centro del aula. Ante un caso positivo, el grupo en cuestión deberá cumplir una cuarentena de 14 días.
- En cada escuela habrá señalética con recomendaciones. Las aulas deberán estar abiertas y con limpieza y ventilación cada 80 minutos.
Este domingo Trotta se refirió a los desafíos que entraña la decisión. “Seguiremos de cerca la situación, abordando la compleja situación que debemos transitar y sabiendo que no dudaremos en volver al esquema de clases no presenciales si la situación epidemiológica lo impone”, remarcó.
El historial reciente refleja esa complejidad: en el último mes un lote de 11 provincias profundizó las conversaciones con Educación para pulir el regreso escalonado a las escuelas, pero la extensión y crecimiento de los contagios en el país obligó a reajustes en el calendario.
Entre los más avanzados, hasta este domingo se mantenía la hoja de ruta en Catamarca, donde Raúl Jalil proyecta un retorno de los alumnos a las escuelas rurales el 18-A. También planeaba hacerlo ese día el santiagueño Gerardo Zamora, pero lo acaba de postergar un mes por la suba de contagios. Previamente había retocado la fecha el sanluiseño Alberto Rodríguez Saá: apuntaba a abrir las escuelas hoy, pero lo dilató para “fin de agosto o principios de septiembre”.
Mientras tanto, precalienta Santa Fe, con fines de agosto en la mira para el regreso a clases presenciales en unas 400 escuelas de pequeñas localidades del centro norte provincial. El pasado lunes arrancaron dos semanas de capacitación docente para esta nueva normalidad educativa, por lo cual los alumnos -se definió- no contarán con clases virtuales.
Otros distritos de este primer lote más avanzado, por su parte, mantienen sus reservas en materia de definición de fechas (como el caso de Corrientes y Misiones). En la primera de esas provincias, el radical Gustavo Valdés se aleja cada vez más de la posibilidad de un retorno parcial en agosto.
Mayor cautela incluso manejan provincias grandes como Córdoba y Mendoza, mientras que las patagónicas ponen el foco potencial en septiembre.
El AMBA, en tanto, sigue al tope de las incertidumbres frente a la montaña de contagios, aunque el Gobierno de Axel Kicillof avanza en los protocolos para explorar un retorno progresivo en el corto plazo en municipios por fuera de la región metropolitana.