[vc_row][vc_column][vc_column_text]Hija de un ingeniero de sonido y una diseñadora, esta pequeña futura actriz nació el 28 de septiembre de 1968, en Kent, Gran Bretaña.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”115899″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Pronto, sus padres se divorciarían y ella, con 4 años, emigraría primero a Gales y luego a Sidney, Australia. Allí fue donde dio sus primeros pasos en televisión. Su primer trabajo consistió en ser parte de una tira adolescente llamada Home and Away.

Más tarde llegó el cine, primero, con un pequeño papel en Dangerous Beauty y, luego, gracias a la película Flirting del director John Duigan consiguió llamar la atención de David Lynch, quien la convocó para hacer Mulholland drive, un trabajo que le valió ser reconocida en el Festival de Cannes. Poco después, produjo ella misma y protagonizó cortometraje Ellie Parker, con el que se presentó en el Festival de cine de Sundance de 2001 y ganó el premio a mejor actriz.

¿Más pistas? En 2002, protagonizó la remake de La llamada y así su carrera adquirió un nuevo impulso, esta vez internacional. A este trabajo le siguieron sus interpretaciones en 21 gramos (2003) y King Kong (2005). Su segunda nominación al Oscar como mejor actriz le llegaría en 2012, con Lo imposible. Elegida y mimada por directores como Woody Allen, Clint Eastwood y Lynch, siempre recuerda sus inicios cuando trabajaba como asistente en una revista de moda y una invitación casual a sumarse a un taller de teatro la atrajo para siempre al mundo de la actuación.

¿Ya saben de quién hablamos? Sí, por supuesto, de Naomi Watts . (LA NACIÓN)

vb[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”115900″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_facebook type=”button_count”][/vc_column][/vc_row]